Sin embargo.
Eramos muy pocos, eramos para siempre, y fuimos efímeros.
Nunca tuve el valor para decirte cada sensación que provocaste en mi.
Mucho menos para decirte lo mucho que te quería.
El tiempo pasó rápido, y un día creí conocerte mejor de lo que podría conocer a alguien, me cambiabas el ánimo de la manera más bonita.
Eras mi mejor amigo, mi compañero, quién más carcajadas pudo sacarme.
¿Lo quería? Muchísimo. Era muy, muy especial ese amor tan nuestro, no era común, y sin embargo, le adoraba, hasta el más intimo detalle. La manera en la que sus manos buscaban las mías, y unas cuantas excusas absurdas para besarme, que fueron muy pocas veces.
Supongo que en nuestra mente fueron más.
Eramos mucho para todos, eramos perfectos juntos.
Nunca hubo una mínima diferencia, nada nos hacia pelear.
Yo respondía a todo lo que me preguntará, el respondía a mis respuestas.
Quizá fue más que un mundo.
El fue ese "primer amor" que siempre te hace sentir que nada es imposible.
Yo fui una más en la lista, el fue el primero.
Yo lo quería, mucho, más de lo que la mayoría imaginaba.
Escribía su nombre en mis piernas, les dibujaba un corazón y mi vida era maravillosa.
Lo quisé mucho para muy poco tiempo, pero le conocí a la perfección.
No podía perderme, eramos casi dos gotas de agua.
Todo era perfecto, pero no todo es para siempre, las flores se marchitan, el cielo se nubla, las personas ocultan cosas y callan las más importantes.
Es algo extraño, en algún momento, a la persona que más quieres es quién más te hace sufrir, pero fue por mi bien, hasta ahora tengo entendido.
Me enseñó mucho, aprendí mucho.
Descubrí muchas cosas a su lado.
Me dio tiempo de conocerme, de conocernos.
Y aunque su despedida fue dolorosa, aprendí a quererlo en secreto, a animarle en secreto, y por supuesto, olvidarle en secreto.
Ahora tenemos una pequeña vida formada, cada uno por su lado, pero eso no quita que el haya cumplido una parte muy especial en mi vida.
No lo extraño como novio, lo extraño como amigo.
Pero por algo son las cosas.
Y sin embargo, tu siempre tendrás un lugar especial en mi corazón.
Pequeño, casi inhabitable, pero lo tienes.
Muchas gracias por nuestra pequeña aventura, me encanto conocer el mundo contigo.
Nunca tuve el valor para decirte cada sensación que provocaste en mi.
Mucho menos para decirte lo mucho que te quería.
El tiempo pasó rápido, y un día creí conocerte mejor de lo que podría conocer a alguien, me cambiabas el ánimo de la manera más bonita.
Eras mi mejor amigo, mi compañero, quién más carcajadas pudo sacarme.
¿Lo quería? Muchísimo. Era muy, muy especial ese amor tan nuestro, no era común, y sin embargo, le adoraba, hasta el más intimo detalle. La manera en la que sus manos buscaban las mías, y unas cuantas excusas absurdas para besarme, que fueron muy pocas veces.
Supongo que en nuestra mente fueron más.
Eramos mucho para todos, eramos perfectos juntos.
Nunca hubo una mínima diferencia, nada nos hacia pelear.
Yo respondía a todo lo que me preguntará, el respondía a mis respuestas.
Quizá fue más que un mundo.
El fue ese "primer amor" que siempre te hace sentir que nada es imposible.
Yo fui una más en la lista, el fue el primero.
Yo lo quería, mucho, más de lo que la mayoría imaginaba.
Escribía su nombre en mis piernas, les dibujaba un corazón y mi vida era maravillosa.
Lo quisé mucho para muy poco tiempo, pero le conocí a la perfección.
No podía perderme, eramos casi dos gotas de agua.
Todo era perfecto, pero no todo es para siempre, las flores se marchitan, el cielo se nubla, las personas ocultan cosas y callan las más importantes.
Es algo extraño, en algún momento, a la persona que más quieres es quién más te hace sufrir, pero fue por mi bien, hasta ahora tengo entendido.
Me enseñó mucho, aprendí mucho.
Descubrí muchas cosas a su lado.
Me dio tiempo de conocerme, de conocernos.
Y aunque su despedida fue dolorosa, aprendí a quererlo en secreto, a animarle en secreto, y por supuesto, olvidarle en secreto.
Ahora tenemos una pequeña vida formada, cada uno por su lado, pero eso no quita que el haya cumplido una parte muy especial en mi vida.
No lo extraño como novio, lo extraño como amigo.
Pero por algo son las cosas.
Y sin embargo, tu siempre tendrás un lugar especial en mi corazón.
Pequeño, casi inhabitable, pero lo tienes.
Muchas gracias por nuestra pequeña aventura, me encanto conocer el mundo contigo.
Comentarios
Publicar un comentario