Para alguien que no volverá.
Note que las horas marchaban como tienen que marchar.
Simplemente el tiempo no se iba a detener,
no iba a parar, solo porque tu no estás.
Entre todo lo que te extraño, y entre todo lo que te quiero,
entre todos los lugares en los que aun te busco, y te recuerdo.
Entre canciones que hablan de amores eternos,
y otras tantas que hablan de amores de dos semanas.
Entre dibujos, entre notas, entre lágrimas y risas,
entre las cosas que me acercan y me separan de ti.
Entre millones de recuerdos, y millones de sonrisas tontas,
entre mil y un cosas que me hacen extrañarte.
Que si la vida continua, lo sé.
Que si tengo que seguir, también.
Que si tu me extrañas, eso va bien.
Que si yo te quiero, es verdad.
Y que si aún esperandote, deje de esperarte.
Porque sin querer, aún te quiero.
Pero nada que no pueda controlar.
Porque, me he vuelto tan fuerte, que he logrado vencer a la acedia;
cuando tu recuerdo viene a hacerme compañía antes de dormir,
y me canta con la voz fúnebre, que aun me amas.
Y mi corazón me impide llorar.
Mis ganas de seguir me impiden llorar... por ti.
Mis canciones, son para ti, que se que no volverás.
Porque hasta yo, me volvi efimera.
Me volvi lo unico que puedo ser:
Yo.
Y me amo tanto, que no te necesito, pues estoy comprometida conmigo misma.
Pero también te amo, y a pesar de que lo hago, cada minuto de mi vida,
cada segundo del reloj, y cada vez que puedo hacerlo, que es siempre,
sé que lo mejor es que no estés aquí, en lo que yo llamo torbellino de vida.
Ahorremonos el sufrimiento que se llama "como amigos."
Tu no querrás saber con quien sueño, a parte de ti.
Yo no quiero saber con quien duermes, mientras me sueñas.
Entre tantas cosas, entre tantos pensamientos que me alejan de ti,
puedo concluir, que cualquier cosa que me aleja, a la vez me trae de vuelta.
Y por este momento, que le llamo la hora de la fortaleza,
con el corazón totalmente dispuesto, y la mente bien abierta,
me despido de lo que pudo ser mi plan de vida.
Que ahora sé, que no volverás.
Ahora se, que no quiero que vuelvas.
Y si gustas mentir, para que yo te acepte de vuelta, buena suerte;
Aparte de fuerte, me he hecho inteligente.
Así como tu, que fuiste tan inteligente para no romper tu corazón.
Pero ¿sabes que?
Yo fui el doble de valiente, para sufrir por los dos.
Y el doble de fuerte, para romper el mío, mientras aun podía cuidar el tuyo.
Entre tantas mentiras, tantas verdades,
entre tanto tu y yo,
entre mis perdones, y mis vanidades,
entre todo lo que soy, yo sé, muy bien, que no volverás.
Pues aquí, ya no hay alguien que te espere.
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