Vacíos.

A veces los vacíos no se llenan con nada.

Solo están ahí, recordándonos que alguna vez estuvieron llenos.

Las personas se van y dejan huecos en el alma,

las flores se marchitan y dejan un hueco en la tierra.

Y otras veces, alguien se va, y nunca más vuelve.

A veces tenemos más huecos en el corazón que en la ropa,

y esos huecos no hacen más que robarte el aire.

Algunas veces, solo somos personas vacías, cuyos sentimientos han dejado a nuestro cuerpo.

Somos distantes, estamos alejados de lo que somos,

nos falta el aire, nos faltan ganas.

Los vacíos que has dejado, mi amor.

Esos que con solo pensar que duelen, y dolerán aun más, me quitan las ganas de respirar.

Los huecos de mis manos, los huecos de mi sonrisa.

El vacío que siento al suspirar.

Los suspiros son huecos de un alma vacía.

No puedo llenar algo que la mayor parte del tiempo no tiene nada para sostener,

para tener, para sentir.

Es solo eso, un "me haces falta" entre dientes.

Y como paradoja, te tengo sin tenerte.

Te amo sin amarte.

Te busco sin encontrarte.

Me duelen los vacíos, aquí, justo al lado del corazón,

esos que no se llenan, ni con canciones que hablan de desamor.

Me dueles aquí también, en la mente,

donde tu recuerdo juego a hacerme compañía,

y aunque se que eso nunca va a curarme la acedia,

todo el día estás presente.

A veces somos vacíos esperando ser completados.

Y hoy, más que otros días, me dueles al respirar.

Y hoy, más que otros días, necesito que llenes mi vacío

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