La lista de verbos.

Cuéntame de tu vida con lujo de detalles. Quiero ser la primera en conquistar tu mente.

Escríbeme en la espalda, llename de besos las clavículas, y camina conmigo, hasta el fin del mundo, hasta donde nadie más ha llegado.

Bésame las ganas, despacio, que nadie escuche que nos amamos.

Agarra mi mano, tan fuerte, que mis huesos sientan el amor que nos tenemos, y abrazame, abrazame mucho, tanto tiempo, como para que mi cuerpo se acostumbré al contacto del tuyo.

Llename la vida de colores fuertes, de negros, de tonos verdes.

Píntame en el cielo corazones fosforescentes. 

Escucha mis latidos y después cántame, cántame hasta que no se oiga nada más.

Búscame en las esquinas, en la parte trasera de tu auto, debajo de los árboles, al lado de tu cama.

Quiero estar aquí, moverme en zig zag hasta que ya no pueda correr más.

Que comience la carrera que no tiene final.

Muerdeme los labios, tan fuerte que no sienta el cabello.

Escóndeme bajo tu regazo, y cobijame, porque quiero dormir a tu lado.

Sorprendeme, porque la monotonía me angustia.

Y bésame, bésame en la frente, siempre que puedas, siempre que quieras.

Bailame, seduceme, mírame. Colorea mi existencia sin salirte de la línea.

Llorame, castigame, regañame.

Escapemos, al lugar donde el cielo y el mar son uno mismo, y tu y yo somos uno mismo. Al lugar donde tu te llamas como yo, y yo me llamo como tu.

Quédate, liberame.

Y por último, amame, amame de tal manera que tu espalda sepa reconocer el tacto de mis dedos. Amame tanto, hasta que no seamos capaces de separarnos ni por un rato.

Amame, hasta que no sepamos que es que ni quién es quien.

Enamorame, enamórate, y por siempre, vivamos.