Untitled 6.

Le dije te quiero, aún sin decirlo,
y me basto una mirada para saber que él también me quiso.
Él se vestía de azul en mis sueños,
y me pintaba los labios de rojos cuando no me dejaba de besar,
a quién más podría contarle,
si la melancolía me recuerda que ya no está.

Discúlpame por quererte - Le dije - es lo mejor que se hacer.
No podría mentirle,
no podría mentirle, nunca.
Me daban ganas de ser mejor cuando me topaba con él.

Lo quise, lo quiero, lo añoro, lo deseo,
le soy, le fui, le seré...
O quizá nunca más en mis planes va a estar.

Siento que respirar me cuesta,
que las palabras no me dejan ser,
que estoy atrapada en lo que fue, en lo que pasó,
y me asfixia la idea de que nunca más lo volveré a ver.

Yo te espero en la última hoja del libro,
soy capaz de esperar, esperar, y esperar...
El tiempo se hará eterno,
pero te quiero, aquí, ya.
Sin nadie más,
sin cargas,
sin nada que te impida ser mío.
Sin barreras,
sin miedos,
sin zorras,
sin gatas,
conmigo.
Te quiero conmigo.

Que no me hagas falta,
que sólo me hagas el café por las mañanas,
que me adornes la vida,
que me pintes nardos en las espalda,
y que mis dedos vivan en tus pecas.

Me quedo con lo que tengo,
con lo que soñé que tenía,
con las palabras mudas,
con las miradas que gritan.
Me quedo contigo,
porque soy contigo, y para ti.

Que te quedes, que no me faltes,
que me hagas, y me destruyas,
y aun en nuestro propio caos,
encontremos la cordura para volver a ser.


Para mi siguiente truco necesito que cierres los ojos,
que des un suspiro,
y que me hagas sentir que nos volvemos a querer.


No me hagas falta nunca más, que hoy te quiero más que ayer.

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