Sin título.

Asentí.
El llego.
En el momento supe que no habría otra cosa más que hacer que sonreír, que fingir que ya no lo quería más en mi vida.
"Tiempo de seguir", me repetí. No tenía tiempo para más caídas, para más regaños, para más cicatrices.
Creo que lo noto.
Sonrió.
Se acerco, y otra vez me miro, como nadie me había visto jamás.
Necesitaba evitar sentirme bien otra vez, y quise huir.
Se que fue tarde, lo sentí, al lado izquierdo de mi pecho, la puñalada nuevamente, pero como lo haría, me faltaban ganas de irme.
El estaba ahí, y yo sabía que juntó con el estaban sus palabras, sus besos, sus brazos, y mis miedos.
Otra vez tenía miedo de decir que si, y que nuevamente tuviera el poder de destruirme.
Supongo que siempre he sido así, temerosa del poder que le otorgo a las personas. 
Pero, por un momento me sonreí, y no pude ocultar mi felicidad al verlo frente a mi.
Podría volver a escribir otro capítulo en mi vida, arriesgarme, y tener mis miedos de vuelta... ¿Por qué no?
Lo abrace, lo abrace y no quise irme nunca más.
Sus brazos me sabían a hogar, y mis brazos sabían que el pertenecía a ellos.
Tengo miedo, aún lo tengo, tengo miedo de que me fallen y que en el inter sufra.
Tengo miedo de sentir mucho otra vez, para ver como mis sentimientos se destruyen entre ellos.
Sobretodo tengo miedo del día en que el se vaya, y me deje con tanto dentro, fuera, en el exterior, y otra vez le tengo miedo a los recuerdos...
Pero de alguna forma, me siento valiente, me siento muy valiente.
Creo que me hace sentir fuerte, aunque el sea mi mayor debilidad. 



Comentarios

Entradas populares