Otra vez.

Otra vez me piden que te deje.

Qué salga corriendo a tomar el próximo avión con destino a no se donde.

Que haga maletas, que no regrese.

Otra vez me piden que cierre el corazón.

Otra vez me gritan que cierre la puerta,

que no abra las ventanas,

que despeje el escritorio,

y que vuelva a escribir cuanto te extraño.

Otra vez, otra vez.

¡Me están pidiendo que te deje ir, otra vez!

¡Que sonría cuando me digas que ya no puedes más!

¿En serio, como podría sonreír cuando me están lastimando?

¡Me están suplicando que sea la causa para que te vayas!

Yo no puedo fingir tan bien.

Yo no te quiero extrañar.

Yo no me quiero ir.

Yo, yo, yo no te quiero dejar ir.

Me piden que me aleje sin hacer ruido,

de puntitas,

derechito a la puerta, sin cerrarla de golpe,

con mis maletas en la mano,

con lágrimas en el pecho,

y con una sonrisa en el rostro.

¿Pero a donde demonios me voy?

¿Donde me voy a esconder esta vez para que ya nunca más me vuelvas a encontrar?

¿A donde me tengo que ir para que no vuelvas más?

¡Otra vez, otra maldita vez!

¡Otros mugrosos meses donde le pido al cielo que estés bien!

Donde mis ganas de estar contigo me mantienen al borde de la desesperación,

otra vez extrañarte.

Otra vez quererte.

Otra vez tratar de olvidarte.

El maldito proceso,

el endemoniado proceso de irse, de dejar ir.

De aguantarme las ganas para no buscarte,

para ignorar,

para fingir que no existes, 

para mentirle a los demás que no me afectan tus partidas.

Pero ya fue suficiente,

ya no soporto más vivir de lo poco que me das.

Ya no quiero volver a llorar,

volver a sentir que no podré salir del hoyo,

que el mundo dejo de ser bonito, 

y de mi felicidad efímera.

Lo fue, para ti, para mi, lo fue.

Que bonita historia,

que bonito amor,

que triste es otra vez tu adiós.

Otra vez, mi amor,

otra vez te me vas sin que pueda hacer algo,

otra vez tus putas actitudes me obligan a dejarte hacer tu propio camino.

Otra vez de escuchar el adiós,

otra vez de romperme en dos.

Otra vez de verte partir,

otra vez, dejarte ir.

Otra vez, tratar de que no sepas de mi.