Ojalá.

Me han dicho que perdió el sentido.

Me han dicho que estoy intentando en vano.

Me han dicho que nada de lo que haga valdrá la pena.

Y yo que quería tratar.

Ojalá no me lleguen los recuerdos,

y si llegan, ojalá los pueda soportar.

Ojalá que no me toque llorar a escondidas en algún rincón,

mientras mi cabeza piensa en todas las cosas que hice mal.

Espero que la memoria me deje dormir,

sin necesidad de levantarme a las 2 de la mañana porque aún sueño con él.

Espero poder salir a caminar por otras calles,

en otra ciudad,

y no pensar que me lo voy a topar.

Ojalá no me toque sufrir cuando lo vea con alguien más,

o me cuenten, porque ya ni lo voy a ver.

Y espero, que no pase demasiado tiempo cavando mi propia tumba,

esperando que no se derrumbe nada de lo que avance.

Ojalá que en mi propia melancolía encuentre la manera de volver a sonreír.

Ojala no se me hagan añicos las costillas cuando me hablen de él,

o cuando me toque escuchar una canción que tenga su perfume.

Que no me toque recordarlo a mitad de alguna fiesta, y con la excusa de saber como está,

termine marcando para platicarle lo patética que soy por volverlo a buscar.

Ojalá las tardes sean apacibles, y ojalá pueda soportar,

ojalá nada me recuerde a él,

y ojalá que no me vuelva a topar a alguien así.

Me han dicho que se irá.

Me han dicho que ya no quiere estar conmigo.

Y mis ojos le han dicho que se puede ir, 

yo no sé suplicar para que alguien se quede.

Sus ojos me han dicho que se va,

y que está vez ya no piensa regresar.

Mis ojos le han dicho que es libre de irse,

pero qué esta vez cumpla, y no se vuelva a aparecer.

Y yo que quería tratar de recortarme las puntas para no volvértelas a clavar.

Ojalá me pueda ir, ojalá no me toque voltear, ojalá me dejes ir.

Ojalá que no me hablen de ti,

ojalá que no te tope,

ojalá que ninguno llore,

ojalá que alguno de los dos se salve,

ojalá que hoy me detengas,

ojalá que no.

Ojalá que algún día sepamos de quién fue la culpa, 

para no culparlo,

sino para perdonarlo, y por fin, dejarlo ir.

Ojalá hoy me pueda ir en paz.

Y ojalá que hoy, tus ojos no me vuelvan a mirar.