Viva el pueblo.

Son seis personas.
En orden alfabetico irian algo así:
Alexis.
Astrid.
Carla.
Leslie.
Lorena.
Michelle.

Cada una tan especial como puede ser,
cada una con una forma tan bonita de reír,
y ni les mencionen sonreír,
pues les puedo asegurar
que se van a enamorar.

Les puedo asegurar que cada una ocupa un lugar especial en lo que yo llamo corazón,
en un lugar donde nadie más podría entrar porque ya no queda espacio.
Y que cada día que pasa, las quiero más y más,
pues no conozco a alguien más que me haga enojar tan bonito como lo hacen ustedes,
porque se que a su lado logre muchas cosas que con nadie podría lograr.

Les agradezco infinitamente los pasos en los que estuvieron detrás,
por cada lagrima, cada consejo,
por todo el amor que en ustedes encuentro.
Por las risas, por las tardes en mi casa, por las mañanas en la escuela,
por las salidas, que aunque pocas, son memorables,
por escuchar, también por comprender,
y sobretodo: Por aceptarme.

Soy feliz de haber hallado pedazos de mi, que no sabía que me hacían falta en cada una de ustedes.
Las amo.
Las amo mucho, las amo poco, las amo como la vida misma me enseño a amarlas,
en secreto, en silencio, a gritos, a golpes, a risas, a moretones, a lagrimas, a consejos, a travesías, a travesuras, por montones, por infinidades, por detalles, por el abrazo que siempre tenía cada par de brazo para que cualquiera de nosotras pudiera estar en paz.

Se que soy un dolor de cabeza, pero entiendanme, esa es mi forma de querer,
esa es mi forma de ser.
Porque amo verlas reír, amo llorar con ustedes, amo comer con ustedes,
amo todo lo que tenga que ver con ustedes.

Me halle perfectamente con 6 corazones igual de extraños que el mío, 
con cabezas unicas, y mentes maravillosas,
con un par de ojos de colores marrones, con tonalidades distintas,
me halle con quien me hacen pertenecer, 
y me hacen pensar que había estado perdida mucho tiempo.

Son mi canción favorita, el disco que puedo escuchar todos los días y no aburrirme,
son mi vida entera, mis pedazos de cielo en la tierra,
y las quiero tanto que me es casi imposible negarles nada.

Se que habrá distancia, sé que habrán días donde quiera tomar cualquier vía de escape para poder abrazarlas, y se que habrán días donde llorare por no tenerlas, pero quiero que sepan, que esos días las amaré más que siempre, porque ustedes me han enseñado infinidad de cosas.

Hoy les digo buen viaje mis golondrinas bebés, se que nuestros caminos se volverán a cruzar.



Las amo con todo mi corazón, Samara.


NYEEEEES!







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