Carta para un corazón roto.

23/07/14

Hola extraño:

Recuerdo haber escuchado una vez Si algo es para ti, para ti será.
No vengo a avisarte que te volverá a doler, ni que dejar ir te dejará un hueco enorme en medio del corazón, que va, no es así.
He escuchado que estás triste, y que tu vida parece ser una mierda, cuando sé, qué realmente, sólo estás herido, cansado, y qué, muy en el fondo, también estás ilusionado.
Alguna vez me dijeron (cuando mi situación era igual de deplorable que la tuya) que el método más eficaz era olvidar, odiar, y no perdonar; ya sabes, que ignorará todo aquello que provenía de aquella persona.
Otros tantos (porqué, tengo que ser sincera, buscaba consejos hasta debajo de las piedras) me animaban a esperar, a seguir intentando, a no rendirme, que ignorará lo negativo y buscase lo positivo: Ellos decían que aquella persona iba a volver.
Ahora veo todo desde una perspectiva distinta, pues me he dedicado a pensar, y sentir muy poco.
Me he percatado que todos los consejos que nos dan sirven, pero dependen demasiado de tu estado de ánimo.
Pero hoy, que estoy sintiendo en lugar de estar pensando, sólo quiero decirte que no te aferres más: Dejala ir.
Lo sé, lo sé, me vas a decir que estoy loca, y que ella es el amor de tu vida.
Bueno, quiero que sepas, que el amor de nuestra vida no nos abandonaría tan fácil, ni tampoco nos dejaría llorando toda la noche esperando que, al escuchar una canción, también se acuerden de nosotros.
¿Hace cuanto que no eres feliz?
Es terrible, ¿verdad? Es terrible darte cuenta que no es lo que esperabas, que necesitas que alguien te ame, o mejor dicho: Necesitas que ella te ame otra vez.
¡Bueno, al diablo! ¡Muy al diablo! ¿Por qué sigues esperando?
Continua, avanza, deja todo atrás y camina a buscar lo que alguna vez te hizo falta.
Hoy dolerá, mañana también, no puedo mentirte, la situación es tan triste como saber que ella ya no está. Es tan triste como perder a quien hacía que tú te perdieras.
¿A qué te aferras? Es sólo un paso más.
Hay alguien allá fuera esperando que fijes tus enormes ojos en ella, alguien tan inteligente como hermosa, que te enseñará que la vida puede ser un infierno, o el paraíso si bailas al ritmo adecuado.
Es una mierda, hermano, es una mierda. Darte cuenta que algún día la amaste tanto que ahora duele el espacio que ella sigue ocupando. Es una mierda esperar todas las noches una llamada, un jodido mensaje de texto, un toque a tu puerta, una señal, la más mínima muestra de que aún hay esperanza... Pero, ¿qué mierda, no? Exactamente: Una mierda.
¿Quién quiere vivir en la mierda?
Te lo digo yo, que vivía en la mierda, precisely, que no es necesario esperar tanto. Mi error fue esperarlo, quererlo, decirme que iba a volver, aunque en el fondo, todos mis órganos y pensamientos supieran que era mentira, que el estaba mejor por su cuenta.
Que difícil era tratar de engañar a mi corazón cuando me gritaba que el aún me quería.
Hoy puedo ver el pasado, bien agarrada de la mano con mi presente, que lo mejor que pude haber hecho, fue haberme sido totalmente sincera conmigo desde un principio: Se fue, me odia, no está más, continúa. 
A cambio me mentía: Te extraña, está herido, te buscará, eres maravillosa... ¿Por qué dejarte ir?
Y bueno, amigo, no era necesario pensar qué el aún me amaba, cuando lo único que el amaba, era el orgullo que alguien estuviera viva, y muriendo por él al mismo tiempo.
¡UNA MIERDA! ¿Ahora entiendes?
No quiero que sigas hundido y roto, quiero que saques todo lo que debes, y camines, siempre al norte, muy al norte, porque a donde quiera que llegues, estarás mejor que aquí.
Te va a doler hasta las puntas de las pestañas el día que haga frío y te tengas que tapar por tu cuenta, pero un día, le tomarás cariño a todo lo que puedes hacer por ti mismo.
Me vas a entender, un día toda está historia de dolor y sufrimiento se irá. La decepción es efímera cuando aprendes a perdonar.

Sé qué hoy la extrañas, y que la vida parece una mierda, sé que estás herido y cansado, pero también estoy muy segura que la ilusión dura lo que duran las ganas de esperar.
No pierdas la fe.
Hoy también tengo que reconocerte el valor de haber vivido por ella, y de seguir creyendo que estará de vuelta cuando cierres los ojos, y los vuelvas a abrir.
Qué te digo, ya se fue.
Amigo, no vale la pena llorar más, la vida no es tan basura como crees, existen las mariposas, existen las nubes, existe el cielo, existen las personas, existes.
Y ya, no quiero seguirte viendo mal por aquella persona.
Un último favor, si es que estás leyendo hasta el final: Se feliz.


Te desea lo mejor, y te quiere ver feliz, una amiga.
Y por favor: Cuídate, y recuperate pronto, te quiero.






Comentarios

Entradas populares