La princesa y el diablo.
Hace mucho tiempo atrás,
cuando la vida iba delante y detrás,
existía un pueblo maravilloso,
todo, absolutamente todo primoroso,
con un montón de gente, y poblados,
te estoy contando del pueblo congelado.
Todos en este pueblo eran felices,
todos los días celebraban a su nación,
cuando no cantaban, corrían,
era tanta la alegría que te aceleraba el corazón.
Un día, cuando la princesa celebraba su cumpleaños,
un ruido interrumpió el carnaval,
"¡Auxilio, auxilio!"
Se oyeron gritos.
"¡Auxilio, que el calor está infernal!"
La princesa asustada, corrió con apuracion,
"¿Qué te pasa, Mateito?,
¿Qué te produce tanta desesperación?"
"¡Qué anda cerca, ya te digo!,
¡Qué el diablo ya llego!"
La princesa preocupada a su padre aviso,
el diablo se acercaba, no había negación.
Sonaron las alarmas, la fiesta se acabo,
el diablo arribaba, con su calor desolador.
A donde el iba, era fácil de adivinar,
pues como rastro dejaba,
todo derretido al andar.
El rey alarmado, a su familia encerró,
la pobre princesa pensaba, en el pueblo,
y en sus amigos alrededor,
pues el diablo se paseaba, sin preocupación,
para todo el era fiesta, risa, caos, y destrucción.
La princesa muy molesta al ver a su pueblo asustado grito:
¡Si como roncas duermes, veamos quien es el mejor!
Y bajando las escaleras de la torre, esta al diablo enfrento.
"¿Qué te llena de valor, bella criatura?
Si yo pongo en tu dedo en tu cintura,
irremediablemente te derretirás,
e irremediablemente me sonreirás,
y otra opción no tendré, mía tu serás."
Dijo el diablo muy modesto, sin dejar de sonreír,
y la princesa al ver su picardía, trato de no reír,
pues muy en el fondo sabía, que si llegaba a fallar,
el diablo la tomaría, y no la soltaría jamás.
"No me das miedo" Soltó.
"Hagamos una apuesta, y si ganas,
te llevas mi corazón,
aquel que toque algo, sin congelarlo o derretirlo,
será el ganador."
El diablo emocionado, dos saltitos dio,
tomándola del brazo, a la princesa jalo,
le dio un beso en la frente, y triunfante grito:
"¡Venga criaturita, que el ganador he sido yo!"
"¿Pero qué?" La princesa pregunto.
"¿Pues que te has creído, que lo hacía por diversión?
Por lo único que regresaba era por tu corazón,
que mis manos dejen de sentir, si lo he de romper,
que yo me he enamorado, y esto no me lo quiero perder,
si regreso todos los años, es solo para volverte a ver,
y ahora que he ganado, de mi lado no te irás,
sólo quiero decirte, que dejaré de derretir todo,
si tu mano tu me das."
La princesa a su padre volteo a ver,
el pueblo de su escondite pronto salio,
todos emocionados, algunos preocupados,
otros asombrados, y otros, por supuesto, encantados.
El rey sólo pudo gritar:
"¡Pues si dejas de destruir todo, que más da!,
Fue una batalla limpia, después de todo,
si ella acepta, te doy hasta su codo."
El diablo la miro, como nadie la había visto jamás,
y llevando su mano hasta los labios de él,
prometió que nunca más volvería a causar estragos en la ciudad.
La princesa y el se casaron,
poco a poco la ciudad arreglaron,
las fiestas regresaron,
y colorín colorado,
el cerebro se me ha secado,
y esta rima he terminado.
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