Una sensación distinta.
Eres como mi disco favorito,
que no te diré, porque me tacharás de cursi.
Como el sol cuando se filtra a través de las cortinas,
con los patrones sobre la mesa, las sombras.
Eres como el tic tac de un reloj,
me adormece.
Eres, bueno, eres.
Eres una sensación distinta,
que no se siente bien,
se siente bonita.
Como si el mundo se parará cuando imagino tus pestañas,
o el color de tu piel,
cuantas veces no he dicho que me pierdo por unos ojos,
pero creo que en los tuyos me encontré.
Como el movimiento de una mecedora,
como el vaivén de las hojas en las tardes de diciembre.
Como algo que no cuadra entre mi caos,
algo así como el brillo del sol cuando comienza a anochecer.
Eres como, bueno, no sé con que más compararte,
simplemente me haces feliz.
Y no tengo idea de por qué, ni de cómo,
y admito que me da miedo, pero siento hermoso.
De verdad que me haces sentir mejor.
Eres el tic tac de un reloj que ya hacía mucho que no andaba.
Y las tardes de diciembre que ya no me saben a tristeza.
Eres el sol que se cuela por la ventana,
el que me da justo en la cara,
y por primera vez, no me quiero cubrir de él.
Eres una sensación distinta,
la calma, la tranquilidad,
la pincelada celeste entre todos los colores tierra.
Eres una sensación distinta,
No te sientes bien, te sientes bonito,
y eso es algo para agradecer.
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