La magia.

Lo que me gusta de ti,
es qué eres como un arrollito no contaminado en la ciudad,
cómo una nubecita blanca en el cielo gris.
Lo que me gusta de ti, es que eres tú.

Me gusta retar a la distancia,
burlarme de la distancia,
maldecir a la distancia,
buscarte en la distancia,
y encontrar tu voz a pesar de la distancia.

Me gusta la calma que le das a mi caos.

Me gusta como le quitas el estrés a mi andar,
como le quitas los suspiros de cansancio a mi día,
como la mañana se vuelve pintoresca al verte sonriendo al ladito derecho de mi mente.
Y al izquierdo también.

Igual y me gusta mucho la manera en la que me gustas,
sin prisas,
sin resentimientos,
descubriendo,
jugando,
teniéndote,
riendo contigo,
viéndote en fotos,
oyéndote en notas,
buscándote en lugares verdes y castaños.

La calma que le hacia falta a mi entorno la encuentro en ti,
en tus lunares y en tus cejas;
en tus pestañas y en tus labios.
La falta que me hacía falta la encontré entre tus manos,
en tu paciencia,
sólo en ti.

Eres lo único que no está patas arriba,
y la idea de que me traigas esa facilidad en mil aspectos es a lo que yo llamo magia.

La magia en tu sonrisa,
en tu mirada,
en mis ojos perdidos en los tuyos.
La magia de contar los días,
de contar horas,
y de contarles a todos de tu existencia.
¿Ya te conté que me encanta tu existencia?
Bueno, me encanta tu existencia.

Y te espero con ansias,
con ansias de verte y correr contigo a todos lados,
de llevarte conmigo a todos lados,
de besarte en tu frentecita y sentirme dichosa.
¡Me haces sentir dichosa!

La tranquilidad y la magia que sólo en ti puedo ver,
Y que sólo en ti quiero ver.

Me encanta que seas la Luna y me toque ser el Sol.
Me encanta que todo me sepa dulce cuando estás ahí,
pensando en mí.
Soy feliz por ser algo tuyo,
porque seas algo mío.
Soy feliz de la magia que le das a mi vida sólo con sonreír...
Aunque ahora sólo pueda ver esa magia cuando cierro los ojos y pienso en ti.
¿Ya te conté que me encanta pensar en ti? 

1, 2 , 3, al abrir los ojos estarás aquí otra vez.