Se supone.

Se supone que sería fácil.

Se supone que los horas no me iban a pesar tanto,

que tenía todo solucionado y ya hasta tenía el boleto que me alejara de la estación.

Se supone que no iba a doler.

Se supone que el tren ya partiría...

Pero me quede aquí.

Y ahora tengo que soportar todo, otra vez.

Se supone que decirte que te quiero me salvaría,

no me arruinaría la vida.

Se supone que mi vida ya estaba planeada de nuevo,

aunque hubiese dejado de planear todo.

Se supone que todo iba a volver a ser como antes,

que no te extrañaría.

Ni besaría tu foto.

Ni le tomaría cariño a tus recuerdos.

Se supone que ya estaba curada.

Pero me quede en la maldita estación con el boleto del tren en la mano,

y vi que todos abordaban, como si no les doliera irse.

¿Cómo maldita sea no les duele?

Yo hasta me hice la estúpida fingiendo que me amarraba las ahujetas,

y creía que ya era tiempo de partir...

Pero cuando las puertas se abrieron,

y vi mi maleta vacía, sin recuerdos,

decidí que aún no era tiempo.

Tenía una última cosa que hacer.

Guardé el boleto en mi bolsillo, me di media vuelta,

me despedí de algunos y les felicité.

Volteé para decirte adiós y en el intento, me atrapaste de nuevo y ya no me quise ir.

Entonces pasó algo gracioso.

Tú estabas en la estación porque alguien mas bajó del tren.

Alguien corrió hacia ti, y yo sólo pude ver como los dos se abrazaban felices de haberse encontrado.

Ahora entendía que no habías ido por mí,

en cambió yo esperé por ti.

No sabes cuanto me arrepentí de no haber tomado el tren,

pero ya pasará otro.

Sigo en la estación, ahora con otro boleto en mano,

y veo como todos están desesperados por abordar e irnos.

Pero esta vez estoy tranquila,

esta vez soy paciente y sé que abordar ese tren será una de las mejores decisiones que podré tomar.

Después de todo, me han prometido que alguien está esperando por mí.

Se supone que sería fácil.

Se supone que el camino sería más sencillo sin ti.

Se supone que los días no iban a ser tan largos,

pero les estoy tomando cariño,

 después de todo va a ser lo último que me quede de ti.

Y eso está bien.

Ahora viene el tren,

y estoy lista para cualquier cosa que me toque encontrarme durante el viaje.

Estoy emocionada.

Ojalá a mí también me toque ser feliz.