Untitled 18.

Hace algunos días he notado la desaparición de cierto entusiasmo al escribirte. Es sólo una forma curiosa de decir que no he podido hacerlo porque siento que has perdido tu magia y poco a poco dejo de inspirarme en ti.
¿Alguna vez has sentido miedo por dejar de querer a alguien? Cómo si lo que te atraía de esa persona se fuese desgastando, perdiendo el brillo, empolvándose. 
Tengo miedo de que al fin vayas a dejar de gustarme en la forma en la que lo hacías.
No he podido pintar ni dibujar, mucho menos puedo escribir porque ya no hay mucho que me haga decir "qué maravilloso es"... y esto me pone en cierto estado de crisis porque me quedaré sin escribir ni pintar en un buen tiempo... Ya sabes, hasta que alguien más venga y me haga sentir cosquillas en las mejillas cuando me ría.
Sabía que este momento tendría que llegar, el día en el cual podría decirte adiós de la manera más natural posible, pero no creí que fuese tan deprisa. De todos modos, algún día igual sentiré que te extraño y quizá pueda volver a escribirte. Quizá.
Por ahora sólo le doy vuelta a la hoja esperando que en algún verso pueda ver tu magia resplandeciendo por ahí y tal vez pueda sentir dicha inspiración volver a mí.
No entiendo cuando tus ojos perdieron del todo su brillo, ni cuando tus manos dejaron de parecerme el paraíso. Tampoco entiendo porque de pronto no siento que te extraño más y sólo te recuerdo con la mitad de la sonrisa. 
¿Por qué siento que tu magia perdió su efecto?
¿Por qué las tardes con sabor a sol y viento fresco ya no me recuerdan a ti? 
Mentiría si te digo que aún daría todo por volver a llenarme la memoria de recuerdos tuyos.
Y sentir que ya casi no siento lo mismo por ti me aterra un poco.
Supongo que ya es momento de dejarlo todo ir, aunque eso signifique que tenga que inspirarme en pasajeros vacíos y en personas que encuentran cualquier cosa maravillosa.
Por una última vez te recordaré que siempre tuviste lo que más quise: Tu inteligencia, tus ojos grandes, tu mirada, tu risa, tus platicas infinitas, la cura contra la depresión, las discusiones, los besos en la frente, los besos en los labios. Incluso admito que las cosas que en su momento me llegaron a irritar las llegue a extrañar tanto cuando no podía pensar en algo más que no fueses tú. Ahora me lamento que ya no pueda pensar sólo en ti. 
Tenía que pasar, ¿verdad?
Tenía que dejar de esperarte y dejarte ir.
Ahora siento un vacío enorme en el medio de las costillas, como si no fuese a verte nunca más y como si estuviera traicionándome al escribir todo esto, pero tengo que ser honesta:
Estoy rindiendome contigo.
No estoy diciendo que volveré a buscar a alguien más que sepa hechizos contra la tristeza, porque realmente no quiero a nadie ni quiero querer a alguien... Ahora todo mundo se altera si no contestas un mensaje a los 3 minutos y creo que yo no sirvo para eso.
Quizá servía para quererte de una manera única... porque ya sabes que para mí quererte significa preocuparse, estar, inclusive no estar aunque quisiese estar.
Espero que cumpla todo lo que he escrito y que algún día realmente cumpla lo de dejarte ir.
Por el momento sólo quiero abrazarte y dibujarte corazones en la espalda para rectificar que ya no siento lo que sentía por ti y que ahora sólo eres alguien más de las personas que me alegran la vida.
Es posible que ahora acepte que ya no estarás y me estoy haciendo a la idea, tal vez es por eso que te escribo como despidiéndome de ti, aunque sé que seguiré diciéndote hola porque te tengo de una forma en la que nada nos une. Algo que funciona bien para ti y que hace un tiempo no funcionaba para mí.
Tengo miedo de que se acabe tu magia, porque aún hay una parte de mí que te quiere de una forma inexplicable. 
Pero soy valiente porque es lo único que me queda.
De todos modos aún tengo miedo.
Pero si de algo sirve, hoy te quiero. 

Comentarios

Entradas populares