Feliz 14.
El psiquiatra dijo "quizá leer esto te ayude, se llama por favor sea feliz" y anotó el nombre del autor en un pedazo de hoja.
Por favor sea feliz, repetí unas mil veces en mi mente.
Me estaba pidiendo que fuera feliz, y lo pedía de favor.
¿Qué clase de humano soy? Me tienen que pedir que sea feliz pensé.
Salí de consulta, tratando de mostrarme feliz pues mamá me esperaba fuera, con una cara de tener miedo, ansiedad, angustia... Y siempre que salgo de consulta, trato de reírme un poco y despejar todo el miedo que el título del libro me daba.
Por favor sea feliz.
Mamá sonrío al verme y preguntó cómo me había ido. Respondí que tenía que leer ese libro y ella hizo una cara de que el título también le daba algo de miedo. Supongo que habrá pensado que su hija no era feliz, y creo que eso también le daba miedo.
El psiquiatra dijo que debía seguir con la risperidona y que a partir de allí, todo dependía de mí.
Aún le tengo miedo al título del libro, quizá porque la palabra infeliz me llena de angustia... Pero hoy me siento valiente, hoy iré a la búsqueda de ese libro... Y comienzo esta nota con esta anécdota para todos esos corazones rotos que tienen que soportar el día del amor desde su cuarto, con miedo a salir.
Soy fan de este día.
Se me hace muy tierno tener un día para celebrar a esa pequeña gran sensación que se desborda en el pecho y en todas partes del cuerpo. El amor.
Soy fan de las cartas, los regalos, los besos, la emoción de saber verle, oírle y apreciarle.
Soy fan de la multitud cargando rosas, de los besos en un cuarto de hotel, de ver la ciudad cargada de cafés y chocolates.
Soy fan del amor.
La palabra infeliz me da menos miedo cuando pienso en la mirada de mi mamá en el auto, animándome a vencer esta mierda de enfermedad.
Me da menos miedo cuando Astrid me marca, cuando Lorena, Leslie, Alexis y Carla me dicen te amo.
Me da menos miedo cuando Ivonne y Citlali besan mi frente o se acurrucan en mi hombro.
Me da menos miedo cuando veo a mi hermana sonriendo y siendo feliz al lado de su pareja.
Esas pequeñas muestras de afecto son las que me hacen fan del amor.
Fan de los besos de mi papá cuando logro lo que me propongo, fan de acariciar a Bubba al llegar a Tapachula.
Soy fan del amor, ya ven.
Así que, espero que este día les funcione para recordar que hay personas que se atreven a querernos. Que hubieron personas que nos han hecho daño y al dejarlas ir, nos demostramos que nos queremos a nosotros mismos.
Porque hay un tipo de amor para cada ocasión, y al final del día sigue siendo amor.
Hoy no le tengo tanto miedo a la palabra infeliz ni a la enfermedad que traigo pegada a mis huesos y al hueco entre las costillas, porque me sé querida y sé que al final de todas las cosas que hemos pasado, al final, siempre hay alguien que sostiene tu mano, aunque tenga miedo de lo que se aproxime.
Es ese tipo de amor el que celebró hoy.
Ya me tocará celebrarlo con alguien, algún día. Alguien que me demuestre que puede quererme como mis padres, mi hermana, mis amigos y mis perros. Por hoy sólo soy una soñadora más.
Feliz día del amor y la amistad para aquellos con el corazón roto. Sepan que aquí hay alguien que les quiere y les envía muchos besos en sus frentes.
No importa si alguien se fue, si alguien te lastimo. No importa si también tienes enfermedades de mierda. No importa si te traicionaron, si hoy decides quedarte viendo la pared fijamente... Quiero que sepas que te quiero y te deseo un feliz día del amor. No te sientas solo.
Estoy feliz de que existas y respires y de que seas tú.
Un beso.
Comentarios
Publicar un comentario