Quiero que dure por siempre.

Me toca ser espectador de un amor maravilloso.
De esos que te hacen sentir que todo es posible.
No es mío,
es de ellos,
pero su amor es tan grande, que siento que también es mío.

Me toca ser espectador desde el asiento de atrás,
cuando ellos dos van en la parte delantera del auto;
ella, cantando a todo lo que da,
él, viéndola de reojo, como pensando que está loca,
pero yo, que voy atrás,
veo que están locos, los dos.
Uno por el otro.

Cuándo ellos se abrazan,
siento que el amor existe.
Y cuando los dos se besan,
estoy ansiosa por encontrar el amor.

Me ha tocado escuchar historias,
muchísimas historias,
historias que llevan risas de por medio,
o llanto, de vez en cuando,
pero no hay historia que no termine con una sonrisa,
con un beso,
o con que ambos se tomen de las manos.

Me ha tocado presenciar como a ella se le ilumina la sonrisa cuando él se aparece,
o como él siempre, siempre, siempre tiene espacio para ella entre sus brazos.

Ya ven,
es ese tipo de amor que te antoja querer bonito.

Llevan 4 primaveras juntos.
4 años de besos, abrazos, viajes, fiestas, reuniones.
4 años de ese maldito robandome a mi mejor amiga.
No es cierto, no es ningún maldito,
la hace feliz,
lo puedo jurar...
La hace tan feliz que a mí también me hace feliz.

Y les juro que no hay otro amor igual;
tan cursi, empalagoso,
tan lleno de palabras bonitas,
de bromas secretas entre los dos.
Les juro que cuando los veo juntos,
me dan ganas de tener a alguien que me quiera como ellos dos se quieren.

Quién iba a pensar que dos de mis personas favoritas iban a tener un amor tan bonito.
Y eso me hace feliz.

Porque cuando ellos dos están juntos,
parece que los demás se desaparecen,
es como si sólo existieran ellos dos, solamente...
Y eso,
esa mirada complice,
esos besos en la frente,
esas cositas que te hacen sonreír,
eso,
quiero que dure por siempre.

Feliz 4 años, Raúl y Astrid, los amo. 


Comentarios

Entradas populares