Las cosas bien hechas.
Me voy.
Ya ni pa' que quedarse.
Ya ni pa' que rogarle al Señor que te cuide,
y que no te pase factura de todas las que me hiciste.
Me voy,
aunque una parte de mi se quiera quedar,
pero uno tiene que entender que, cuando más miedo da el viaje,
más grato será llegar.
Ya no me puedo quedar,
nomas no funcionamos, mi amor.
A ti te gusta que te quieran aunque tú no quieras de vuelta,
y a mí no me funcionan las relaciones sin reciprocidad.
¿Qué le voy a hacer?
Prefiero sola.
Desayunar, sola.
Caminar, sola.
Irme a la chingada, sola,
porque mi papá dice que mucho ayuda el que poco estorba,
y tú no podrías ayudarme de mejor forma.
Y sí, sí te voy a extrañar.
Voy a extrañar tus ojitos preciosos que hacían pendejo al universo,
tus manos en mis mejillas en mis dias grises,
la forma de tus labios, y lo bonito que tronaban contra mi frente.
Es claro que te voy a extrañar, mi amor,
con decirte que hasta voy a extrañar tus pinches miedos inexistentes,
porque estás hermoso, hijo de la chingada,
no sé de donde sacas que estás pal perro,
y que te de miedo eso, se me hace un pecado.
Te quería un montón,
ni tú te imaginas cuantas veces le conté a todo el mundo que me hacías mejor,
que me hacías querer de una forma bonita,
con bastantes ganas, sin miedo.
Y ahora, ahora voy a tener que sonreirles y decirles que ya fuimos,
que ni Dios nos pudo ayudar.
Y sí, tranquilo, mi amor,
no le voy a contar a todo el mundo que también la cagaste,
que no tuviste tiempo cuando lo necesité,
que no estuviste cuando te pedía que me acompañaras a no estar tan de la chingada...
Ups.
Se me salió.
Pero, no se preocupe, lo demás de verdad que no lo cuento.
Bueno,
ya ni que hacerle, me voy.
Me voy con todas mis ganas de seguir queriéndote,
que las voy a cargar hasta que decida que fue suficiente...
Al tiempo, tiempo, mi amor.
Y que la suerte decida quedarse conmigo.
Que te quede lo bueno que pude darte,
y que lo malo, también, porque no se vale que solo yo sufra,
y ya no sé que mas decirte,
más que Dios te bendiga,
los angeles te canten,
y que te cargue la chingada un rato,
para que la balanza este equilibrada.
Y por si ya no te vuelvo a ver,
si ya no te vuelvo a oír,
te quise un montón,
te adore un montón,
pero a ti te gustan las cosas a medias,
y a mí, gracias a Dios,
me gustan las cosas bien hechas.
Comentarios
Publicar un comentario