Hoy/Vos
Y uno puede escribir que se le perdió la pluma (como yo, que siempre estoy perdiendo el lapicero de tinta negra),
o que se perdió el episodio de su serie favorita que sólo dan una vez a la semana, sin repetición.
O puede escribir sobre perder las ganas de hacer las cosas,
porque la mañana y la flojera le pesan.
O simplemente, uno puede escribir que pierde todo,
todo el tiempo,
incluida la certeza y la atención.
Hoy puedo escribir que te perdí en algún lado,
en alguna calle, en el café de la esquina;
que te perdí debajo de la lluvia,
y que no te piensas aparecer,
porque no hay boleto de vuelta.
Hoy te puedo escribir que te extraño,
y que eso es todo, simple.
Te extraño y me miento sobre futuros regresos,
como si fuera cuestión de decir "sí, vuelvo"
o decir "ya no me haces falta, no vuelvo más",
cosa que no pasa y me gustaría que pasara,
porque no me gusta tanto la intriga,
ni esperar paciente a que decidas responder.
Últimamente tengo el "vos" pegado,
como si quisiera escribirte con una palabra que no es mía,
"vos no me quieres"
"vos no estás"
quizá porque no es mía,
quizá, porque de cierta forma, el que no me pertenezca no me hace sentir tan aferrada como el "tú",
aunque "tú" no seas mío.
Hoy puedo escribirte sobre como te perdí,
y ni siquiera me di cuenta que lo hice.
Como si hubiese sido obra de un sólo segundo que se detuvo,
o una gota que no corrió por el cristal.
Pudieron haber sido muchas razones,
como el color de mis ojos,
o el de mi cabello.
Pudieron haber sido mis manos,
mis uñas,
mi sonrisa chueca.
O tal vez fue que mi voz no era lo suficientemente bonita,
o mi tema de conversación no fue lo suficientemente entretenida.
No sé,
pudo haber sido que era demasiado bueno para ser cierto.
Hoy te escribo que te perdí,
así como pierdo la noción de muchas cosas,
la mariposa que vuela,
el ronquido del perro,
la calle vacía o inundada,
y como,
al mismo tiempo (y ahora que lo pienso)
sigo consciente que las cosas siguen allí...
Pero, en el momento, no me importan tanto como para estar atenta.
Quizá y sí,
quizá y sí te perdiste por mi culpa,
quizá en un descuido, en ese segundo y en esa gota que no cayó,
en ese momento te me huiste,
y ahora que lo pienso,
tengo la razón.
Hoy te escribo porque sé que te perdí,
pero no eres la pluma de tinta negra que siempre vuelvo a recuperar,
ni el episodio que puedo volver a ver cuando la temporada esté online.
No eres las ganas, porque tarde o temprano hago las cosas,
pero si eres parte del "todo" que siempre pierdo,
sólo que a "vos" no lo puedo tener de vuelta.
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