Sin comas.

Te escribí una historia
mientras en el cristal salpicado
veía carreras de gotas.

Esa historia no tenía pies ni cabeza
porque el semáforo en rojo no duro tanto
como siempre lo hace.

Y esa historia
hablaba de como nunca conectamos
simplemente fueron nuestras almas
diciéndose hola.

El día
pintaba gris
y en el asiento de atrás
yo pensaba
que quizá la lluvia
iba a borrar tu recuerdo
de alguna u otra forma.

Te escribí una historia
que habla de nosotros
en la cuerda floja
diciéndonos te quiero
y demás pendejadas
que hacen las personas
con ilusiones y con exceso de imaginación.

Ahora tengo que borrarte
como si fuera cosa de borrar tu número
o de borrarte de facebook
o de cualquier lado.

Tengo
que
pensar
en
cosas
que
no
son
tú
y
tú
eres
todas
esas
cosas.

Pero
la lluvia
y el cambio
todo ayuda
para distraerme
y no volver a escribirte
historias
que hablen de como
me hacías quererte
de una forma estúpida
pero
constante.

Y te escribo
sin
comas
como si fuera pausado
porque
quiero
que sientas
todo
el
espacio que
dejaste.

Mañana
se me va a ocurrir
otra forma de olvidarte
porque hoy estoy cansada
y te odio por no estar
o por estar de más
y te odio
por no saber quedarte
te odio
por irte
te odio
por el espacio que dejaste
te odio
porque me haces falta.

Y odio que me hagas falta.

Te escribí una historia
como esta
sin comas
sin pausas
una historia
sin espacios
que habla
de como tu alma
le hizo ojitos a la mía
y le prometió que se quedaría
pero
lo único
que me quedo
fue


















todo este espacio.