Te entiendo.

Creo que mi mayor miedo era que alguien realmente se diera cuenta que no entiendo las cosas como los demás.

Y realmente desearía que esa oración fuese sólo la trampa para atraer la atención,

pero no es así. 

Realmente no puedo entender muchas cosas como los demás lo hacen, lo cual me trae problemas muy seguido... Y es que cuando a alguien le da mucha tristeza cierto tema, a mí me puede dar mucha risa.

O simplemente no puedo ver el problema con el tema.

No estoy orgullosa de ello, como ya lo he dicho, me trae problemas.

Escasas son las veces donde puedo darme a entender como quisiera. 

A veces, tengo que confesar, se me hacen nudos en la garganta al ver a los demás confundidos con mis palabras o mis ideas. Me frustra saberme no entendida.

Incluso, cuando alguien dice "ah, se refiere a esto", y sé que está mal, ya no pierdo el tiempo y digo que sí, con la sonrisa en el rostro... Igual por dentro me siento impotente.

Es como si quisieras explicarle a alguien tu tono favorito de azul, sin tener una referencia a la mano.

Y a veces hay tantas palabras y tantas explicaciones, que todas esos garabatos de ideas me hacen sentir minuscula y no escuchada. 

Eso, esa sensación es terrible.

Sobre todo cuando explican algo entre tu grupo de amigos, y eres el único que codifica el mensaje de manera distinta. 

Es molesto pensar "creo que se refiere a esto", y es que, creo es mi muletilla para casi todo lo que tenga que ver con decodificar mensajes.

Empiezo la entrada de este blog abriendoles un poco de mí, y de uno de mis mayores miedos, porque hoy precisamente me quede pensando en qué es lo más bonito que me han dicho...

Y realmente no tengo una frase.

Lo primero que pensé fue en "quiero que seas la última mujer en mi vida", pero, no se asemeja a lo más bonito, realmente.

También podría escribir sobre la vez que me compararon con una pastilla contra la depresión, a happy pill.

O de las muchas veces que llamaron bonitos a mis ojos, pero... no.

No fue ninguna de esas frases.

Lo más bonito que me han dicho fue te entiendo al hablar sobre un tema sentimental más allá del amor, sino de la falta de este.

Me dijo te entiendo y supe, realmente supe que lo hacía, pues su explicación fue captada y decodificada justo como él quería que la entendiera.

En ese momento dejé de sentirme tan rara, tan desubicada.

En ese momento me sentí una más entre el montón de personas en el mundo que día a día escuchan explicaciones y las dan.

Sentí que pertenecía.

La sensación de que él me entendiera en lo que los demás no lo hacían me hizo sentir la mujer más bonita del mundo, sin necesidad de que alabara alguno de mis rasgos físicos.

Me hizo sentir inteligente, me hizo sentir sabia, me hizo sentir que valía la pena ser escuchada, que no eran palabras al viento. Me hizo sentir que al fin había alguien que realmente entendía.

Nunca le conté, pero lloré un poco. 

Lloré un poco y pensé en la suerte que tenía al tenerlo en mi vida, aunque fue efímero como mi buen humor, ja, pero... Me entendía.

Y yo lo entendía.

Sin necesidad de tantos ejemplos.

Sin necesidad de decirle "te lo juro, es verdad".

Sin necesidad de escuchar su opinión diciendo "no, realmente te refieres a esto".

Él lo entendía.

En el mundo hay muchas cosas curiosas que, a pesar de mi problema, estoy segura que algún día entenderé al ritmo de los demás.

Para mi todo son comparaciones, paradojas, colores, sonidos, sabores y texturas.

Lo mío es con tocar, con sentir, lo cual me provoca aún más problemas, porque quiero saber todo de todo, entrando en contacto de manera directa... Y a veces eso no es posible.

Pero, eso no importa mucho ahora, saben...

Estoy feliz de haber encontrado, aunque sea por un momento, a alguien que entendiese.

Y si llegas a leer esto, y sabes que eres tú, quiero decirte que mi alma se encuentra eternamente agradecida de tu mente, de tu voz y de que hayas sido el único dispuesto a entenderme.

Te quiero mucho, muchísimo.

Todos los días le agradezco al universo el que te haya puesto en mi camino,

aunque ahora ya no estés,

no importa...

Pero, gracias,

de verdad, gracias.