Te jode.

Y llega el día donde tu mismo te tienes que decir que ya fue,

que se ha ido; que tu historia se detuvo.

Y ese momento donde dices adiós sin que la otra persona sepa,

ese momento es el que jode más.

Y todo mundo dice que algo mejor llegará,

pero, por el momento todo se desmorona,

que si la flor roja te jode porque es roja, y el rojo le gustaba;

que si la mañana es fría y a él le gustaba el frío,

que si sí,

que si no,

y entre tantos sí y no,

te jode.

Tal vez mañana funcione eso de un día a la vez,

tal vez no.

Por si fuese poco,

ves la foto en tu Whatsapp, porque la idiota no archivo el chat,

y ahí está, ahí está,

su nombre y lo último que le escribiste,

entonces te quedas pensando que pudiste haberle escrito que le echara huevos,

que tú sí vales la pena...

En cambio, escribiste gracias,

y saber que pudiste haber escrito algo más,

te jode.

Pero, yo sé que se me va a olvidar,

se me va a olvidar que te necesité y tú no estuviste.

Se me va a olvidar que me quede dormida con el celular en la mano esperando que contestaras;

se me va a olvidar que le conté a todo mundo que me ponías de buen humor,

que hice planes,

deshice otros,

que estaba tan perdida por ti, que comía poco,

hablaba mucho,

y deseaba tanto tus manos en mis mejillas.

Se me va a olvidar,

pero de mientras,

jode.

Pasan los días y esto de extrañarte,

de sentirte al otro lado de la cama, ese espacio frío,

me lastima.

Y pensarte al caminar,

también.

Saber que encontrará a alguien más,

que ya no estará,

que quizá ni siquiera se inmuto en decir adiós...

Y que tú le sigas pensando,

le sigas deseando

y le sigas esperando,

eso,

todo eso,

te jode.