qué tal

qué tal si hoy
en lugar de ignorar que existimos
vienes y te cuelas
debajo de mis sabanas
y me abrazas
y me cuentas de ella
y yo te cuento
del susodicho número 3
con el que trate de olvidarte.

qué tal si nos acurrucamos
tú, con la cabeza en el hueco de mi cuello
y yo, aspirandote las ideas del cabello,
contándonos del corazón roto
de los besos en la punta de la lengua
de como nos hicimos falta
aún estando bien sin el otro.

sin querer y como queriendo
te encuentro a donde quiera que volteo,
como el flash de una cámara
que te dilata las pupilas
y te obliga a sonreír
porque quieres salir bien en la foto,
pero yo, sólo quiero que vuelvas a encontrarme linda
para que me lo digas,
una
y
otra
vez.

tenía mucho que no te escribía,
pero he soñado contigo,
sueño que vienes y te quitas la camiseta en cámara lenta
y yo te releo el pecho
como si se tratase de un libro
encontrándole siempre
un verso nuevo.
Te sueño de colores,
te sueño acostado a mi lado,
o que te encuentro cruzando la calle,
o que estás conmigo, pero luego desapareces,
y es que me he estado entrando,
yo creo que es eso,
para tener sueños lucidos,
y de pronto, verte,
volver a verte.

que tál hoy vienes
y me dices que hablemos hasta que no podamos aguantar el sueño
como lo hacíamos antes
y te quitas la camisa
y yo me río despacio en tu oído,
y te pido que me cuentes como te ha ido
y que me digas que va bien
que me esperas,
que también me sueñas,
que me quieres,
dime que me quieres.

y si hoy sueño contigo
y se me escapa que te quiero
no huyas
no huyas, por favor, no huyas,
que me he entrenado noche tras noche
para poder soñarte
y no quisiera que tanto esfuerzo
fuese en vano
como escribirte
y pedirte
que regreses.