Untitled 28

comencemos por decir
que ni tu ni yo pintábamos en el mismo mapa
que si la casualidad persuadió al destino
para que tu terminaras conmigo
fue pura suerte;
que nunca hubo un espacio para ti en mí
y que en ti, solo sobraba espacio para alguien más.

cuando me di cuenta
que al obligar al fuego a estar con lo frío
inevitablemente una de las dos partes
tendría que ceder
y al verte tan decidido
tan seguro
de que me tendrías siempre
tuve que decir adiós
porque someterse
o verse obligado a permanecer
es de esas cosas
que conmigo
jamás irán.

para quererte de la forma en la que quieres,
me tenía que dejar de querer.

y si no nos vemos más
porque yo decidida no doy paso atrás
quiero que tengas de mí
lo que obtuve de ti
así que te regalo indiferencia
un poco de amor al olvido
dos miradas inexplicables
tres conciertos en la ducha cuando al regresar a casa
le decía a todos que no hacías falta
porque aceptar quererte
o que aún había algo
iba más allá de faltarme al respeto
y creo que la soledad es una cabrona
porque te obliga a regresar
a donde nunca fuiste bienvenido.

no quiero seguirte en el camino que tomes
no quiero ser tu sombra nunca más
no quiero quedarme callada cuando creas que lo hemos dicho todo
no quiero quedarme a esperar que recuerdes que existo
no quiero seguir tu luz cuando me sienta perdida
porque la luz de tu faro nunca me hacía llegar a la orilla.

ahora que ya fue,
que ya está, que ya no hay vuelta atrás
puedo decirte que entre todas las cosas que me pasaron
el enamorarme de ti
fue lo más injusto que podría pensar
y no exactamente por lo que fuiste conmigo
sino en lo que me convertí por permanecer contigo
y si algún día vuelves
y notas que la puerta está cerrada
no toques
no invadas
aquí ya nadie te extraña.