Quién fue
dime quién fue
quién te dijo que no valías la pena
que se marchó de tus brazos para no volver
dime
dime quién te hizo creer que tus besos eran insipidos
que no se podía vivir cerca de ti
dime quién
te quebró el corazón
para nunca repararlo.
te prestaría mis ojos
para que te vieras y supieras
lo precioso que estás.
¿sabías que yo también vagaba con el corazón roto?
¿y me preguntaba por qué es imposible quererme?
porque no lo sabes, pero siempre huyo
y cierro la puerta, porque no me gusta que me sigan
te lo tengo que contar
me da tanto miedo que me rompan otra vez
que despierte bañada en lagrimas
me da miedo dar todo para quedarme sin nada
pero, cuando cruzaste esa puerta
y yo me vi contemplandote
y sentí en el estomago una revolución de golondrinas
me di cuenta que podía dejarme ir una vez más
como los niños en las resbaladillas
cuando la tarde pinta naranja
y a todos se nos da por ser felices.
y te encuentro, al mismo tiempo que encuentro tus cicatrices
y me quedo pensando quién podría dejarte ir
quién te lastimó tanto que en tu sonrisa hay grietas;
y cuando yo miro esas grietas, pienso en las grietas que hay en las aceras
donde flores amarillas brotan retándolo todo.
quiero sembrarte flores amarillas cada que te veo reír.
aunque creo que eres tú quien las siembra en mí.
¿quién fue y por qué te dejo así?
con tanto miedo que veo que no tomas mi mano
pensando que a lo mejor yo también me iré,
pero, apriétala, siéntela, estoy aquí
y mientras esté aquí, no tienes nada que temer,
aunque yo me esté muriendo de miedo,
porque a mí las personas como tú no me tardan,
aun así, si te vas,
quiero que sepas que puedes recostarte en mis piernas
y sincronizar tu respiración con la mía,
que puedo ser tu hogar, aunque hay días que más que un hogar
soy una casa rodante.
tan sólo dime quién fue
quien te hizo dejar de creer que puedes querer
si tienes ganas de arriesgarte conmigo
entonces ni tú ni yo podemos ser tan malos,
y si te da miedo que te rompa el corazón
o que huya
acércate a mi pecho,
escucha,
hace mucho que mi corazón no cantaba así.
y si te quedas, si tan sólo se te cruza esa idea por la cabeza
entonces dejaré de preguntar quién fue;
sacaré hilo y aguja, un par de besos del cajón,
y trataré lo mejor que pueda
dejarte como nuevo.
quién te dijo que no valías la pena
que se marchó de tus brazos para no volver
dime
dime quién te hizo creer que tus besos eran insipidos
que no se podía vivir cerca de ti
dime quién
te quebró el corazón
para nunca repararlo.
te prestaría mis ojos
para que te vieras y supieras
lo precioso que estás.
¿sabías que yo también vagaba con el corazón roto?
¿y me preguntaba por qué es imposible quererme?
porque no lo sabes, pero siempre huyo
y cierro la puerta, porque no me gusta que me sigan
te lo tengo que contar
me da tanto miedo que me rompan otra vez
que despierte bañada en lagrimas
me da miedo dar todo para quedarme sin nada
pero, cuando cruzaste esa puerta
y yo me vi contemplandote
y sentí en el estomago una revolución de golondrinas
me di cuenta que podía dejarme ir una vez más
como los niños en las resbaladillas
cuando la tarde pinta naranja
y a todos se nos da por ser felices.
y te encuentro, al mismo tiempo que encuentro tus cicatrices
y me quedo pensando quién podría dejarte ir
quién te lastimó tanto que en tu sonrisa hay grietas;
y cuando yo miro esas grietas, pienso en las grietas que hay en las aceras
donde flores amarillas brotan retándolo todo.
quiero sembrarte flores amarillas cada que te veo reír.
aunque creo que eres tú quien las siembra en mí.
¿quién fue y por qué te dejo así?
con tanto miedo que veo que no tomas mi mano
pensando que a lo mejor yo también me iré,
pero, apriétala, siéntela, estoy aquí
y mientras esté aquí, no tienes nada que temer,
aunque yo me esté muriendo de miedo,
porque a mí las personas como tú no me tardan,
aun así, si te vas,
quiero que sepas que puedes recostarte en mis piernas
y sincronizar tu respiración con la mía,
que puedo ser tu hogar, aunque hay días que más que un hogar
soy una casa rodante.
tan sólo dime quién fue
quien te hizo dejar de creer que puedes querer
si tienes ganas de arriesgarte conmigo
entonces ni tú ni yo podemos ser tan malos,
y si te da miedo que te rompa el corazón
o que huya
acércate a mi pecho,
escucha,
hace mucho que mi corazón no cantaba así.
y si te quedas, si tan sólo se te cruza esa idea por la cabeza
entonces dejaré de preguntar quién fue;
sacaré hilo y aguja, un par de besos del cajón,
y trataré lo mejor que pueda
dejarte como nuevo.
Comentarios
Publicar un comentario