Ya te puedes ir
¿Te vas a ir, verdad?
Ya sé que te vas a ir, todos se van siempre
Se apiadan de mí por un rato, obtienen mis besos, lo que digo, mis abrazos y luego se van, porque nunca es suficiente.
Te he visto, aunque no lo digas, yo sé que te vas a ir.
Ya me han roto el corazón antes, no te sientas mal.
Cuando quiero bien y bonito, la gente tiende a irse, les da miedo, a lo mejor, y no saben que hacer con tanto amor.
Nadie ve que a mí también me da miedo y me voy a dormir llorando al ver como todo se me va de las manos sin que pueda hacer algo por detenerlo.
Nadie ve cuando intento de mil y un maneras regresar la felicidad a mis caudales.
Incluso hasta se me da muy bien ser el plan B.
Nunca he sido la primera, nunca seré la última.
Hay personas como yo, lo sé, regadas por el mundo que tienen el gafete "de paso" pegado al corazón. A veces sólo preparamos el camino, otras somos la cura momentánea y después de tanto dar y dar, la gente se cansa de recibir y se va.
¿Ahora entiendes por qué da miedo cuando alguien se cuela entre tus pensamientos? Porque lo más probable es que no se queden. Así adornes cada rincón, así pulas cada espina, nunca se van a quedar porque tú eres un hotel de paso con aroma a hogar.
Te he visto, no tienes que decirlo.
En una mano ya llevas una maleta, y con la otra aún haces el intento de tomar la mía.
Si quieres soltarme, hazlo, soy un papalote, sólo necesito un poquito más de viento para elevarme otro rato y cuando sea el momento, me dejaré caer.
Si no me rompo en el proceso, habré ganado otra cosa más.
No intentes hacer más amena tu despedida, ¿por qué no haces cómo los demás?
Un día sólo despiertan con un te quiero mío pegado al oído y no contestan más.
Un día deciden que ya tuvieron suficiente de mí y se van.
Aunque haya dormido colgada de un mensaje cuando me hayan dicho que no estaban bien; aunque haya tratado de auto-convencerme de haber tenido un buen día cuando ellos no. Así me haya mareado en todo el viaje para verlos, así me haya peleado con todos por defenderlos. Así haya buscado los poemas más bonitos para regalárselos. Así haya hecho mucho con muy poco, aún así nunca es suficiente.
No te agobio más, te puedes ir.
Asegúrate de seguir siendo el amor de persona que ahora eres, y que nadie te deshilache donde yo cosí. Que nadie vuelva a lastimarte donde yo besé incansables veces para curar. No dejes que te de frío cuando mis piernas trataron de mantenerte cómodo. No dejes que nadie te convenza que no sirves para nada cuando yo puse toda mi fe en ti. No dejes que nadie te diga que eres un error cuando contigo sentí que acerté. Eres más que un cuadro en blanco, mi amor, yo pinté en ti; puse mis manos, mi esfuerzo y mis lágrimas en ti.
Por favor, no dejes que nadie eche a la basura todo el amor que puse en ti.
Y con esto eres libre por fin.
Ya te puedes ir.
Ya sé que te vas a ir, todos se van siempre
Se apiadan de mí por un rato, obtienen mis besos, lo que digo, mis abrazos y luego se van, porque nunca es suficiente.
Te he visto, aunque no lo digas, yo sé que te vas a ir.
Ya me han roto el corazón antes, no te sientas mal.
Cuando quiero bien y bonito, la gente tiende a irse, les da miedo, a lo mejor, y no saben que hacer con tanto amor.
Nadie ve que a mí también me da miedo y me voy a dormir llorando al ver como todo se me va de las manos sin que pueda hacer algo por detenerlo.
Nadie ve cuando intento de mil y un maneras regresar la felicidad a mis caudales.
Incluso hasta se me da muy bien ser el plan B.
Nunca he sido la primera, nunca seré la última.
Hay personas como yo, lo sé, regadas por el mundo que tienen el gafete "de paso" pegado al corazón. A veces sólo preparamos el camino, otras somos la cura momentánea y después de tanto dar y dar, la gente se cansa de recibir y se va.
¿Ahora entiendes por qué da miedo cuando alguien se cuela entre tus pensamientos? Porque lo más probable es que no se queden. Así adornes cada rincón, así pulas cada espina, nunca se van a quedar porque tú eres un hotel de paso con aroma a hogar.
Te he visto, no tienes que decirlo.
En una mano ya llevas una maleta, y con la otra aún haces el intento de tomar la mía.
Si quieres soltarme, hazlo, soy un papalote, sólo necesito un poquito más de viento para elevarme otro rato y cuando sea el momento, me dejaré caer.
Si no me rompo en el proceso, habré ganado otra cosa más.
No intentes hacer más amena tu despedida, ¿por qué no haces cómo los demás?
Un día sólo despiertan con un te quiero mío pegado al oído y no contestan más.
Un día deciden que ya tuvieron suficiente de mí y se van.
Aunque haya dormido colgada de un mensaje cuando me hayan dicho que no estaban bien; aunque haya tratado de auto-convencerme de haber tenido un buen día cuando ellos no. Así me haya mareado en todo el viaje para verlos, así me haya peleado con todos por defenderlos. Así haya buscado los poemas más bonitos para regalárselos. Así haya hecho mucho con muy poco, aún así nunca es suficiente.
No te agobio más, te puedes ir.
Asegúrate de seguir siendo el amor de persona que ahora eres, y que nadie te deshilache donde yo cosí. Que nadie vuelva a lastimarte donde yo besé incansables veces para curar. No dejes que te de frío cuando mis piernas trataron de mantenerte cómodo. No dejes que nadie te convenza que no sirves para nada cuando yo puse toda mi fe en ti. No dejes que nadie te diga que eres un error cuando contigo sentí que acerté. Eres más que un cuadro en blanco, mi amor, yo pinté en ti; puse mis manos, mi esfuerzo y mis lágrimas en ti.
Por favor, no dejes que nadie eche a la basura todo el amor que puse en ti.
Y con esto eres libre por fin.
Ya te puedes ir.
Comentarios
Publicar un comentario