cuéntame

cuéntame tu historia,

háblame de la vez que te hicieron reír hasta llorar,

y de las veces que tuviste que te han hecho enojar,

cuéntame que pensaste cuando viste mis ojos por primera vez,

o de la vez que te besé afuera de casa y no supiste como reaccionar.

quiero saber que pasa por tu cabeza cuando no puedes dormir,

cuando tienes tanta marea mental que es imposible navegar,

quiero saber cuál es tu día favorito de la semana;

si a ti también te afecta de alguna forma haber nacido en el otoño,

qué te hace feliz, qué tan fácil es hacerte llorar,

quiero saber.

me dan intriga tus páginas,

hasta aprendería braille para leerte con los dedos,

aún me pregunto que clase de libro eres,

si eres uno de aventura como yo,

o eres una novela con final abierto.

cuéntame de tu pasado,

de las personas que te han marcado,

cuéntame la historia que no le has contado a muchos,

así como yo te cuento mis sueños,

de mi familia, de mis amigos, de las personas que veo,

cuéntame tus secretos,

los guardo junto a los míos,

nadie llegará a ellos, dalo por hecho.

quiero saber si tú también te fuiste a dormir feliz después de nuestro segundo primer beso,

si en los labios te quedó sabor a mí;

quiero saber si tú también me piensas como yo te pienso,

si tampoco te preocupa el mañana porque vivimos en el hoy,

si te gusta ver películas conmigo,

o prefieres cuando no lo hacemos.

cuéntame de tus ideas,

quizás podamos presentarselas a las mías,

quizás y hasta son similares.

pero, antes de contarme todo esto,

escúchame

lo que tengo que decir:

soy tan infinita como el cielo cuando tu voz se recuesta en mis oídos;

oírte hablar, de lo que sea, me causa la sensación

de que mi canción favorita se produce en tus labios,

tu voz sería el soundtrack de la película que me imagino todas las noches

antes de dormir.