sólo por un minuto

tuve ganas

de escucharte decir

quédate 

sólo por hoy

sólo por una hora

sólo por un minuto.

tuve ganas 

de escuchar el teléfono sonar

y qué fueras tú;

que con tu voz tan bonita

me dijeras que dábamos para más,

que te ibas a dormir con mi sonrisa 

acurrucada en algún rinconcito de tu mente,

y que tú también, como yo

le rogabas al subconsciente 

proyectar una película

sobre lo que fuimos.

tuve ganas

de qué me apretaras fuerte,

que no me soltaras

ni me dejaras ir,

que me recordaras una última vez

que me querías,

que soy una cosita de nada entre tus brazos,

que te doy ternura, que soy preciosa,

tuve ganas, no sabes cuantas

de que volvieras a decirme preciosa,

que me quedaras viendo fijo,

que me abrazaras por la cintura,

y cuantas ganas,

cuantas,

de que no me dejaras ir.

sólo por hoy

sólo por una hora

sólo por un minuto

vuelve,

vuelve y dime qué sí,

y yo me invento otra historia

donde no te veo ir,

donde te sostengo contra mí y me dices que me extrañaste,

que verme en lunes te sirve para aguantar la semana,

vuelve y yo te cuento

que tengo un lunar nuevo en la espalda

que desde que me di cuenta que existe

lo estoy guardando para ti.

que ganas tengo de verte regresar,

y abrir los brazos como en la terminal,

llevarte a casa, abrazarte toda la noche

besarte la frente, tus lunares

decirte te quiero,

así como lo hice cientos de veces

cuando te quedabas dormido.

qué ganas tengo

de qué todo esto sea un mal sueño

y qué al despertar estés ahí,

y me digas que nunca te fuiste,

que siempre estuviste,

que nunca terminó,

aunque sea sólo por hoy,

sólo por una hora.

sólo por un minuto.

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