te lo juro

Cuando estoy triste soy más yo, te lo juro;

maldigo más, mucho más

digo la palabra puta como treinta veces al día,

acompañado de un madre, como unas 15,

y termino diciendo que me odio, que te odio, que nos odio,

que el café es malo, y bebo como tres tazas

que los cigarros me van a matar, y fumo de dos,

que no tengo frío, aunque me esté muriendo de,

sólo porque me quiero hacer sentir algo,

algo más que el vacío, 

¿cómo putas sé que se siente el vacío? ¡es vacío!

pero, ah, mi novia la tristeza me ha enseñado mucho sobre él,

se siente, te lo juro,

te patea las costillas desde adentro,

cómo si quisiera salir de tu cuerpo,

pero igual quiere quedarse para hacerte miserable.

Le escupí a mi reflejo hoy,

me di asco,

me odié hasta el último cabello,

maldije mis pasos y las calles por las que caminé;

mis lagrimales están hechos mierda, me duelen al pestañear,

porque si cierro los ojos te veo por segundos, y me pongo a llorar,

pero, me lo merezco por ser una hija de la chingada con quién no debo,

y a las personas como tú, darles el mundo entero.

Pendeja,

pendeja,

tres veces pendeja.

Me odio muchísimo cuando estoy triste,

pero soy más yo, te lo juro,

porque todos los corazones rotos son mis corazones rotos,

porque tengo los sentimientos a flor de piel y todo me afecta en un grado altísimo,

porque me veo y me dan ganas de no verme,

porque no me tolero tan sensible,

tan cansada,

tan vulnerable,

pero, por eso también me gusta la tristeza,

me recuerda que soy muchas cosas que a veces ignoro

por no querer aceptar que todo lo que me rodea me afecta,

así como me afecta que no estés cerca,

me afecta admitir que te extraño,

que me vuelvo loca al no saber qué piensas,

que puedo o no estar y tu mundo sigue su curso.

Pendeja,

pendeja,

tres mil veces pendeja.

Pero está bien,

porque soy más yo, te lo juro,

porque ya no me da la voz para hablar sobre ti,

porque me rompiste hasta las cuerdas vocales,

y todo mundo se espanta porque ya no hablo tanto,

pero, mis ojos, mis ojos dicen todo

siempre he sabido hablar a través de mis ojos,

porque se llenan de lagrimas y es como si gritaran

“sáquenlo de mi pecho 

que es ahí donde más se clavó el hijo de puta”,

pero, qué mis ojos hablen

no significa que los demás los entiendan,

a veces sólo creen que estoy triste,

y a veces es mejor así.

Estoy hecha mierda, te lo juro,

pero, tanto sentimiento no es tan malo, tampoco

te escribo siendo la peor versión de mí

y es un lado que pocos conocen.

Nunca quise que lo conocieras, tampoco,

pero, qué más da,

igual ya te fuiste

y esto no te hará regresar.

No quiero que me regreses todo lo que te llevaste de mí,

guárdamelo, por si algún día se me olvida quien fui.

No quiero ya nada de ti,

ya no quiero verte, 

aunque me duela hasta el alma decirlo,

ya no te quiero besar,

ya lloré mucho por ti.

Ya no te quiero abrazar,

ya lloré mucho por ti,

ya no quiero estar triste,

ya lloré mucho por ti,

pero, ¿qué más hago?

sí siento que me caí en los hoyuelos que se te forman al reír 

y desde aquí abajo,

desde el abismo,

te sigues viendo bien.

hoy quise besarte,
te lo juro,
y qué llevaras contigo
todo el dolor que aquí dejaste.