¿De cuándo acá tanta suerte?

se acuesta en mi pecho,

y yo le pregunto al cielo

¿de cuándo acá tanta suerte?

lo veo bailar,

y yo me río,

me ve, sonríe y me besa,

y yo le pregunto al cielo

¿de cuándo acá tanta suerte?

como puede verse tan bien

con su camisa negra,

o ese sueter color tierra,

con el cabello revuelto,

con los ojitos hinchados por dormir tanto,

como puede ser tan gracioso,

tan espontaneo,

tan humano.

como puede abrazarme tan fuerte 

y aún así no lastimarme,

como puede ser tan tranquilo

y a la vez volverme loca,

como puede convertirme en un atardecer,

o atreverse a quererme,

¿cómo puede hacerme sentir que es posible

lo imposible?

me toma de la mano,

caminamos hablando de todo,

la ciudad se ve distinta,

nos reímos porque somos turistas,

yo no sabía que se podía ser tan feliz,

le aprieto la mano para saber que no sueño,

y siempre le pregunto al cielo

¿de cuándo acá tanta suerte?

lo veo dormir,

mi niño no se preocupa cuando duerme,

frunce el sueño y hace la boca como un pato, sí,

pero, esa imagen tan bonita

esa calma tan preciosa,

me convencé que el día va para bien

si despierto riendome de su carita.

hizo de mí un jardín,
cuando me tocaba marchitarme en otoño

no me sorprende qué haya nacido en primavera.

saca palabras que creía olvidadas,

me convierte en canciones, 

yo lo veo y no lo creo posible,

siempre se ve increíble,

qué sencillo es quererlo,
le pregunto al cielo,
¿de cuándo acá tanta suerte?
y el sol me responde:
te merecías esto
después de tantos viernes treces.