No tuvimos otra opción
crecimos a la fuerza,
no tuvimos otra opción.
nos empujaron a escoger una carrera deprisa,
no teníamos tiempo que perder,
a tropezones y caídas salimos, casi, ilesas,
de días de mierdas.
se rompieron algunos planes,
cicatrices nos recorren el cuerpo,
caímos en cuenta que el tiempo había pasado
cuando al vernos, ya no éramos las mismas.
crecimos contra las adversidades,
no tuvimos otra opción,
lloramos en mi techo,
nos acobijamos la una a la otra cuando no nos calentaba ni el sol,
qué miedo oírnos maldecir,
qué miedo oírnos llorar ebrias camino a casa,
qué miedo las caídas,
qué miedo cuando una se desmoronaba,
mientras otra yacía rota sobre el suelo,
y la única que parecía indestructible,
se dejaba caer cuál edificio en un terremoto,
pero, qué alegria
ver cuando una se levantaba,
y ayudaba a la otra,
y la otra, hincada, a punto de estar de pie,
bésame gentilmente a la que tirada,
se repetía que ya no podía más.
Sorpresa,
siempre pudimos más.
crecimos a la fuerza,
no tuvimos otra opción,
ahora la distancia nos mantiene unidas,
una llamada se convierte en un abrazo,
un mensaje, en un “las pienso”,
un te amo, se lee con el corazón.
¿cómo estuvo su día?
y el cuento que viene después
sirve para conciliar el sueño:
mis niñas están bien.
crecimos a la fuerza,
no tuvimos otra opción,
hemos llorado,
hemos reído,
nos han roto
y nos hemos reparado, juntas,
siempre juntas.
Ahora Astrid habla más,
y Leslie expone lo que siente,
Samara sigue teniendo alma de niña.
Astrid me enseña,
de Leslie aprendo,
Samara siempre sabe hacernos reír.
¿qué nos va a pasar,
ahora que de todo nos pasa?
cruzo los dedos,
todos los días,
para cumplir sueños, metas y promesas,
que nunca me separen de la familia que escogí,
y qué en un acto bondadoso de la vida,
también me escogió a mí.
no hay distancia tan grande
que no se solucione con un
“las amo, hasta mañana, descansen”
al final del día.
las amo, toda la vida.


Comentarios
Publicar un comentario