Estás conmigo

crecen las flores

y tú duermes debajo de ellas.

la sombra de un almendro 

cumple la función de cobija,

allá abajo, o arriba sí creyentes somos,

no te hace falta algo.

las nubes se pasean encima de ti y de mí,

al menos eso nos queda para compartir.

hablo de ti,

estás en el fondo de mi corazón: 

el océano más profundo que conozco,

como un tesoro resguardado,

siempre protegido por lo que soy.

hablo de ti, mando besos al cielo cada que digo tu nombre,

mi lengua es de gamuza cuando pronuncio

be

u

be 

be

a

suave, suave, suave, como tus orejas,

suave, suave, suave, como tu nariz,

suave, suave, suave, como tus respiraciones antes de anunciar

“me voy, no llores mucho,

te voy a extrañar”.

te recuerdo,

creo en el amor eterno por ti.

no quiero olvidar cómo hueles,

no te quiero olvidar.

crecen las flores,

y yo, crezco, sin poder dormir contigo otra vez,

pero te siento conmigo,

cuando el cielo es muy azul,

cuando el cielo se desgarra y llora por separarnos,

cuando hay truenos, y me abrazo al no poder abrazarte,

estás conmigo.

terminé la carrera,

y conseguí el apartamento propio,

lamentablemente no se permiten perros,

pero, tú tendrías un cuarto sólo para ti.

te recuerdo.

eres lo mejor que sé recordar,

y aunque dejen de crecer las flores,

y algún día se seque el almendro,

la flor que crece en mí,

esa que se parece a ti,

va a seguir aquí.

siempre juntos,

estás conmigo.