Larita
Larita frunce el ceño cuando duerme, creo que es su forma de decirle al mundo que está muy cansado, que no le despierten. Sorprendentemente, cuando despierta antes que yo, me llena la cara de besos y espera impaciente a que ambos de mis ojos se abran. Es nuestra forma de decirnos “hey, estás aquí, ya son buenos días”.
Siempre nos tomamos de la mano al dormir, porque los dos no soportamos el calor del otro. Larita no duerme tapado, según él, pero en las mañanas, casi siempre despertaba con toda la cobija, dejándome hecha bolita en la orilla de la cama porque, es cierto, tampoco sabe compartir espacios. Sin embargo, cuando no me siente, me busca hasta el otro extremo, me jala, se acurruca conmigo, y sin despertarme (algunas veces) logra que yo pueda dormir abrazada a él. A mí no me gusta dormir abrazada a nadie, sólo a Larita.
Es increíble la cantidad de cosas que él sabe. Siempre tiene un comentario que dar respecto a algo nuevo que yo haya aprendido en el día. Algunas veces pienso que lo sabe todo, pero ignora que sabe todo. Aún así, es muy paciente, y me explica el mundo de manera sencilla. Tan sencilla que alguien como yo, pueda entenderlo. Comienzo yo, diciendo ¿sabias qué? y él continúa sí, una vez...
¿Donde le cabe tanta información si está tan chiquito?
Es muy chiquito, pero sigue siendo más alto que yo.
Bueno, Larita es tamaño universo.
A mis ojos es inmenso.
Larita baila en calzones cuando estamos en casa. Creo que no conoce la vergüenza. Se para frente al espejo y admira sus propios pasos de baile. Yo le observo y tomo notas mentales: Mi novio no tiene vergüenza. Se siente muy cómodo siendo un ridículo. Y qué bueno. El amor de mi vida necesita estar acostumbrado al ridículo, porque yo misma, soy una. A veces le acompaño, y los dos formamos una danza extraña que termina en ambos muriéndonos de risa. Y ojalá algún día, cuando me muera, la muerte me encuentre así: muriéndome de risa junto a él.
Larita se pone nervioso antes de conocer a mis personas especiales, pero siempre terminan queriéndolo mucho. He llegado a pensar que tiene todas las cualidades que alguien necesita para encajar con casi todo el mundo. Justo lo contrario a mí. Yo difícilmente soy totalmente agradable. Larita sólo respira y ya le quieren. Y yo lo sé, porque justo eso me pasó cuando lo conocí. Respiró en mi dirección y supe que quería respirar con él toda mi vida.
Larita es un ser muy valiente.
Se fue un año lejos de la comodidad sólo para aprender más de sí mismo. Y justo hoy se cayó de la bicicleta. Y te preguntarás “eso qué tiene que ver con ser valiente”. Bueno, nadie pudo besarle el golpe que se dio en la cabeza. Y soportar un golpe en la cabeza al otro lado del mundo, sin tener quien te bese y te diga sana, sana, colita de rana, es de valientes.
A Larita no le da miedo estar conmigo. Es más, se siente feliz de estarlo. Y lo sé, porque no necesita decírmelo: lo siento.
Y sentir que Larita me quiere, algunas veces, arregla lo que él no rompió.
Me pregunto qué hago bien para que siempre tenga ganas de oír mis quejas sobre los días tan cansados que últimamente tengo. Escucha, escucha y escucha, sólo para decirme que me ama y que está orgulloso de mí. Realmente me pregunto cómo le hace. Pero, no es el único orgulloso aquí: yo lo escucho y pienso que mi novio, es la persona más maravillosa del universo. No podría no estar orgullosa de todo lo que es y será.
Quiero quedarme a observar cómo se transforma en una mejor versión de sí mismo.
Siento que Larita es la música que los sordos se inventan en su cabeza, y los colores que los ciegos ven. Larita es una casa en la colina que sólo recibe a una persona a la vez, y a la que todos queremos ir de vez en cuando. Es una puesta de sol a través de la ventana en el auto cuando vas a ver a tus abuelos o a tus amigos. Larita es un helado con tus papás después de un día largo. Es un lago fresquito cuando hace mucho calor. Es mamá curándote una herida en la rodilla. Larita es ese beso largo, en una calle donde ya no camino porque lloro y porque ahí asaltan, que sabe a para siempre juntos.
Y lo más importante:
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