Tan chiquita la distancia para todo el amor que te tengo

mi amor:

el frío allá donde estás
te acaricia la piel mientras duermes,
y yo me muero de la envidia al pensar
que este calor que mis brazos te guardan
se me va a terminar por evaporar.

desapareces entre tus párpados ya cerrados,
en sueños que ni tú mismo entiendes,
y me preguntas, al día siguiente, qué significarán
mi amor, tres palabras:
alma de cineasta.

me cuentas, que un niño te hizo reír
que ser maestro no es tan sencillo,
y todos los días, cosas que ya he aprendido
vuelves a confirmar,
pero, mírate qué bien vas, mi niño grandote,
mírate, sorprendido de todo y alegrándote a la mínima,
yo te cuido a la distancia, de esos raspones de corazón.

una cámara compraste
para no perder la costumbre
de feliz ser al dispararla
click clack click clack:
un lago y tú mamá adoptiva,
una pareja entre la neblina,
tú, mirando al lente, como si a mí me miraras,
todo porque te extraño tanto
que pedirte fotos es mi forma de decir:
dame todas las buenas noticias
que hayas tomado hoy.

un año es un parpadeo
me repito cuando camino a casa
tu mano me hace falta.

un año es nada
a comparación del resto de días
que nos han de quedar besándonos
en cada maldita esquina
que en esta ciudad haya.

un año se pasa volando
cómo nubes sobre mi cabeza
sin que me dé cuenta.

un día más
es un día menos
para volver a besarte el cuello,
oir tú risa,
y confirmar mi teoría
que comenzamos y acabamos
donde el otro inicia y termina.

toda la vida buscándote
para encontrarte
a más de 9000 kilómetros de distancia,
y qué chiquita se vuelve
cuando me dices que me amas.