no más maniobras de escapismo

solía
mecerme entre abrazos
esporádicos,
ver películas
sin trama
y sin diálogo.

solía ser
todo eso que
no sabía
que podía dejar de ser.

un pecesito dorado
cuyas escamas caían
de a poco,
por besos vacíos,
taxis a media noche, destino conocido.

nunca la primera,
nunca la única.

y me dolían los labios
por morderlos tanto
cuando no podía decir
lo que me lastimaba.

y de pronto
un espectáculo
en sus ojitos marrones;
libro II
acto primero:
estaba frente a mí
y yo le creí,
que cuidaría
cada centímetro de mí.

no escapé,
permanecí,
por primera vez
no me quise ir.

acarició mi espalda,
no me acusó de débil,
me dijo:
a mí también me pasa,
de pronto el mundo es muy grande,
de pronto todo es mucho,
y yo me convierto en nada.

y los labios me dolieron,
por besarlo, tanto,
¿cómo me repara
sin saber de dónde rota estoy?

a paso lento, escribe conmigo
una historia que se cuenta entre pestañeos,
la tinta no se acaba,
escribimos con los dedos.

el miedo no nos visita,
las dudas se alejan con el paso de los días,
¡tan cerca que estábamos,
y no lo sabíamos!

ahora te cuido,
como siempre que me cuidaran;
no más maniobras de escapismo:
me quiero contigo.

si este amor, se termina
que sólo una vez en la vida
sienta esto,
que se quede único,
cómo el brillo de tu cabello.

que sí existen los hilos que atan meñiques,
mi corazón le teja un suéter al tuyo,
y nos quedemos siempre juntos,
para que nunca nos llegue el frío.

quédate,
ahora te lo pido,
que ya aprendí a decirlo:
te necesito conmigo.

Comentarios

Entradas populares