no sabía

no te rindas.

aprendí a usar la cafetera,

ir por el pan,

y esperarte,

aunque sepa que llegas

hasta septiembre.

no te vayas,

quédate,

te esperé toda la vida, 

todavía te mantengo caliente

el otro lado de la cama

para cuando vuelvas,

ya no tengas frío, nunca más.

no estábamos solos,

estábamos el uno sin el otro.

te tengo besos

para la ansiedad,

abrazos

para los malos días,

cariñitos en el cabello,

para hacerte dormir

cuando la vida te quite el sueño.

no sabía

lo feliz que podía ser

hasta que fui feliz

contigo.

no sabía

lo mucho que podía amar

hasta que te amé.

no sabía,

simplemente no sabía

que el amor se sentía así:

un refugio

de la lluvia

cuando la vida entera

ha sido una tormenta.

tú acaricias partes de mi alma

que a mis dedos han hecho sangrar,

y en las cuevas de mis peores miedos,

has hecho una fogata

y me has invitado a jugar con nuestras sombras.

por favor,

no te vayas,

nunca te vayas.

contigo ya me inventé una vida

donde todos los días

son 9 de abril.

no te rindas,

aprendí a usar la cafetera

e ir por el pan,

y te espero,

en un abrir y cerrar de ojos

ya será septiembre

para siempre.

no sabía 

lo que era el amor,

y aunque juraba que no me tocaba,

llegaste tú,

y con eso, lo supe todo.