Hay un sitio que se llama como tú.
hay un sitio
al que cada tanto visito,
hay un columpio
y una mecedora de madera,
a lo lejos escucho la voz de una mujer
que canta La Carretera de Julio Iglesias,
escucho atenta la canción,
las imágenes pasan como una película,
Julio dice
“sigo en la carretera buscándote,
al final del camino te encontraré”
y yo siempre me quedé con la duda:
¿la encontró?
hay un sitio
con ventanas que dan al jardín
y cuando llueve, las cortinas bailan
en la sala,
acarician una gran mesa de madera,
que tiene seis sillas,
y me parece curioso,
siempre hemos sido cuatro.
mamá, ¿puedes venir por mí?
hoy duele todo.
hay un sitio
que visito cuando todas las puertas
se me han cerrado de frente.
huele a ropa limpia,
y perro mojado,
con mi hermana jugábamos a las escondidas,
luego nos olvidábamos de buscarnos.
mamá, esta vida me parece un mal sueño,
¿puedo dormir con ustedes?
me cuelo entre el medio de papá y tú,
y de pronto vuelvo a ser la más feliz.
mamá, ¿cómo pegabas mis corazones rotos?
¿cómo remendabas con besos todos mis tirones?
mamá, ¿cómo podías mantenerme tranquila,
en un mundo terrible?
¿cómo, mamá?
dormir con el corazón roto y sin ti,
es lo más difícil qué hay en la vida,
por eso hay un sitio al que siempre vuelvo,
que huele como tú,
que abraza como tú,
que ama como tú.
al que cada tanto visito,
hay un columpio
y una mecedora de madera,
a lo lejos escucho la voz de una mujer
que canta La Carretera de Julio Iglesias,
escucho atenta la canción,
las imágenes pasan como una película,
Julio dice
“sigo en la carretera buscándote,
al final del camino te encontraré”
y yo siempre me quedé con la duda:
¿la encontró?
hay un sitio
con ventanas que dan al jardín
y cuando llueve, las cortinas bailan
en la sala,
acarician una gran mesa de madera,
que tiene seis sillas,
y me parece curioso,
siempre hemos sido cuatro.
mamá, ¿puedes venir por mí?
hoy duele todo.
hay un sitio
que visito cuando todas las puertas
se me han cerrado de frente.
huele a ropa limpia,
y perro mojado,
con mi hermana jugábamos a las escondidas,
luego nos olvidábamos de buscarnos.
mamá, esta vida me parece un mal sueño,
¿puedo dormir con ustedes?
me cuelo entre el medio de papá y tú,
y de pronto vuelvo a ser la más feliz.
mamá, ¿cómo pegabas mis corazones rotos?
¿cómo remendabas con besos todos mis tirones?
mamá, ¿cómo podías mantenerme tranquila,
en un mundo terrible?
¿cómo, mamá?
dormir con el corazón roto y sin ti,
es lo más difícil qué hay en la vida,
por eso hay un sitio al que siempre vuelvo,
que huele como tú,
que abraza como tú,
que ama como tú.
que se llama como tú.
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