Nunca te digo, pero te lo digo ya
he aquí lo que nunca te digo,
y te lo digo ya.
he aquí el sonido al otro lado de la línea,
una respiración suave adornada de murmullos
que explican el cansancio de tu día.
he aquí el beso
que prometes cuando todo va mal,
el beso que he trazado con mi dedo índice
justo al centro de mi frente,
arriba de mi tabique,
el que provoca bizcos.
he aquí el sonido de pies descalzos
corriendo por toda la casa
para no perder la llamada.
he aquí las manos que duermen tomadas
una de la otra.
no sostienen mucho,
pero se entrelazan
para mantener el calor que te pertenece
intacto.
he aquí los ojos castaños
viendo su propio reflejo en el espejo,
porque su reflejo favorito,
cierra los párpados para dormir
siete horas en el futuro.
he aquí el viaje que prometimos,
y que Oaxaca serán las curvas de mi cintura
si la cuarentena continúa.
he aquí los sueños de un enano
que promete hablar tres idiomas,
y tocar el piano.
he aquí el regalarte una caja
para guardar tus memorias.
he aquí aprenderte la paciencia
que aún nos mantiene a flote
en los días qué hay tormenta.
he aquí todo lo que quiero,
lo que noto,
lo que pienso
y no te digo,
pero te lo digo ya.
he aquí las ganas de amarte toda una vida,
guardadas en un corazón pequeño,
que se duerme pensando en el color de tus cejas,
que se arrulla pensando en el ruido de pies descalzos
que corren a mi encuentro.
Y en la caja que guardará memorias,
y en el enano que toca el piano,
y en el beso que me dibujo
con el dedo índice
al centro de mi frente.
y te lo digo ya.
he aquí el sonido al otro lado de la línea,
una respiración suave adornada de murmullos
que explican el cansancio de tu día.
he aquí el beso
que prometes cuando todo va mal,
el beso que he trazado con mi dedo índice
justo al centro de mi frente,
arriba de mi tabique,
el que provoca bizcos.
he aquí el sonido de pies descalzos
corriendo por toda la casa
para no perder la llamada.
he aquí las manos que duermen tomadas
una de la otra.
no sostienen mucho,
pero se entrelazan
para mantener el calor que te pertenece
intacto.
he aquí los ojos castaños
viendo su propio reflejo en el espejo,
porque su reflejo favorito,
cierra los párpados para dormir
siete horas en el futuro.
he aquí el viaje que prometimos,
y que Oaxaca serán las curvas de mi cintura
si la cuarentena continúa.
he aquí los sueños de un enano
que promete hablar tres idiomas,
y tocar el piano.
he aquí el regalarte una caja
para guardar tus memorias.
he aquí aprenderte la paciencia
que aún nos mantiene a flote
en los días qué hay tormenta.
he aquí todo lo que quiero,
lo que noto,
lo que pienso
y no te digo,
pero te lo digo ya.
he aquí las ganas de amarte toda una vida,
guardadas en un corazón pequeño,
que se duerme pensando en el color de tus cejas,
que se arrulla pensando en el ruido de pies descalzos
que corren a mi encuentro.
Y en la caja que guardará memorias,
y en el enano que toca el piano,
y en el beso que me dibujo
con el dedo índice
al centro de mi frente.
Comentarios
Publicar un comentario