un mundo infinito e inmenso

hay veces
que me gusta tocar
el vello que crece en mis piernas,
y pasarme el brazo por la cara
para sentir
los que crecen en mis brazos.

hay veces
que me gusta olerme el cabello,
o inhalar el aroma de mis hombros.

hay días donde
sin darme cuenta
puedo pasar mi lengua
por los labios
una infinidad de veces
sin percibir algún sabor.

hay veces
que en algún reflejo
observo el reflejo
de mis propios ojos,
y existo en el universo espejo,
mientras aquí
también existo.

hay veces
que muerdo mis uñas,
y me arrepiento enseguida
porque ya nadie
podrá rascarme la espalda.

hay veces
que anoto lo que se me ocurre,
y mi cerebro ya no sólo piensa
lo que pienso,
también lo lee.

hay veces
que beso mis brazos,
mis piernas,
mis hombros.
beso mis manos,
le mando besitos a mis párpados,
para agradecerle
a este cuerpo
tan imperfecto
todo lo que hace
perfectamente.

abrazo mis pulmones al respirar,
y acaricio mi panza.
trazo mis estrías
y me pregunto en qué momento
las olas del mar
se quedaron marcadas para siempre
en mi cadera.

hay veces
hay días
donde habitarme
me hace sentir
que pertenezco
a un mundo infinito e inmenso
que precisamente
soy yo.