Siempre estoy bien.

Bien.

Siempre respondo que estoy bien.

Siempre, a pesar que por dentro llueve

desde hace un mes.

Y miro el calendario, espío el calendario, acecho el calendario. ¿Por que los días van lentos? Se sienten como cien días en un mismo día. No puedo creer que me cepillo los dientes 6 veces en cien días. No son cien días. Sólo es uno. Pero se sienten como cien.

Aunque, te cuento, bien. 

Siempre respondo que estoy bien.

Siempre, a pesar que por dentro hay tormenta

desde hace un mes.

La gente que me abraza no lo nota, pero mi corazón se recarga en ellos buscando su calor. No es el mismo. No es su calor. Claro que no es su calor. Su calor era distinto. Era un calor tibio, no quemaba, pero me protegía del frío. Mi corazón busca su calor desde hace un mes, y no lo encuentra. Abrazo a todos y a todas con la intención de encontrar algo que se le parezca, pero nada es igual. Últimamente, nada es igual.

Pero, bien.

Siempre respondo que estoy bien.

Siempre, a pesar que por dentro no hay luz

desde hace un mes.

Se vive a oscuras. Cómo si alguien me hubiera vendado los ojos y me hiciera creer que no veo nada. Me dejó atrapada, con los ojos vendados y en un laberinto. ¿Ya pasé por aquí? Ya pasé por aquí. Ya reconozco estas grietas. Y las paredes que creí que se habían caído cuando le dije que le amaba y que jamás me iba a ir de él. Pero, no. Al parecer todo sigue un desastre aquí adentro, y sin luz. Vendada, en un laberinto, oscuro y sin luz.

Pero, bien.

Siempre respondo que estoy bien.

Siempre, a pesar que por dentro no haya silencio

desde hace un mes.

Todo el tiempo lo estoy escuchando. La risa, la voz, la historia del mismo sujeto con la misma situación que me contó hace un año y que yo fingía que no conocía porque al final de la historia se reía y yo me reía con él. Y cuando quiero irme a dormir, cuando busco al silencio, ahí está  también. Me ronca al oído cuando ni siquiera duerme conmigo. 

Pero ya les digo, 

bien.

Estoy bien.

Siempre estoy bien.

Siempre, a pesar que por dentro…

¿Qué hay aquí dentro?

Oh…

Sigues aquí.

Creí que ya te habías ido.

Bien, gracias por preguntar.

Siempre estoy bien.