I look at you and I'd rather look at you than all the portraits in the world

Frank O'Hara tiene un poema llamado Having a Coke with you, que creo que es uno de los poemas más bonitos que existen (junto con Morning, también suyo) y otros tantos más que he leído en estos días porque leer a O'Hara, de alguna manera retorcida, me recuerda a escucharte hablar, lo cual es gracioso porque no me imagino a O'Hara hablándome de sus ataques de ansiedad, de su juventud. Mucho menos lo imagino pendejeando a los demás conductores mientras atraviesa las avenidas con una cara de estrés. Pero los dos comparten un pequeño halo de magia. Los dos saben mantenerme a salvo.

De alguna forma, nene, me mantienes a salvo.

Y no es a salvo como si tuvieras que protegerme de algo en especifico, pero la sensación de calma me acompaña ahora que tú despiertas conmigo, aunque sólo sean unos días a la semana, o sólo un día. Creo que sonrío más desde que te cuento sobre mis días, a excepción de los días donde soy muy chiquita y creo que el mundo es gigante, pero precisamente son esos días donde la sensación de que me cuidas es la que hace que el mundo deje de ser gigante y pueda caber (otra vez) en la palma de mi mano (que a pesar de que soy más pequeña que tú, sigue siendo más grande que la tuya).

Volviendo a O'Hara y Having a coke with you, hay una parte que dice I look at you and I'd rather look at you than all the portraits in the world, que creo que es uno de los versos más bellos que alguien alguna vez haya escrito. Me pregunto de quien estaba enamorado o quién acompañaba a Frankie cuando escribió aquello que me hace sentir que se puede querer mucho, tanto como para intercambiar una mirada fija y constante de tu cuadro favorito por el perfil de alguien. Sinceramente, a este punto, lo entiendo. Preferiría verte de reojo, aunque fuese de reojo, que ver In bed, the kiss de Toulouse (que sigue siendo mi pintura favorita) porque verte a veces es lo único que hace que el mundo vuelva a caber en la palma de mi mano. 

He escrito tantas cosas sobre el amor, pero jamás he escrito sobre la calma que el amor produce; he sido una persona que constantemente se para al borde de la cornisa lista para dar el salto cuando está enamorada, pero contigo es totalmente lo contrario. Amor, contigo puedo sentarme en la cornisa y esperarte para que veamos la tarde; y si me pides que saltemos, voy a tomar tu mano y te diré que no seamos tan impulsivos, que la tarde es muy bella.. Pero sé que al final terminaremos saltando porque tu luna está en sagitario y la mía en leo, y los dos somos muy fuego para no terminar siguiendo nuestros impulsos. 

Pero me consuela saber que si nos estrellamos, al menos lo haremos juntos.

O uno sabrá esperar a que el otro se recupere de tan estúpida idea.

Pero ninguna idea es lo demasiado estúpida para no seguirte en ella (o que me sigas).

Tú sabes que te pienso, sobre todo cuando releo Steps 

Oh god it's wonderful

to get out of bed

and drink too much coffee

and smoke too many cigarettes

and love you so much

porque desde que tú me pasas, el café, los cigarros y quererte son un regalo, entre tantas otras cosas que ahora se sienten como si nunca las hubiera tenido y de pronto son lo único que quiero. Quererte es de las pocas cosas que me suceden y que no me niego a que sucedan. Quererte es volver a escribir sobre el amor, escribir sobre lo agradable que es vivir, y que el mundo cabe en la palma de mi mano cuando estás tú a mi lado haciéndome reír.

Frank O'Hara y tú me han salvado el mes. Quizás, incluso un poco la vida. No imaginaba que alguna vez serías tú quien salvara mis días, pero no me quejo. Así como no puedo quejarme cuando releo Having a coke with you que hasta cierto punto, mi cabeza ya reproduce un tanto sola.

Porque contigo vuelvo a emocionarme por leer a Frank O'Hara.

Porque encontrarte en sus versos

es otra forma de decirme que todo, absolutamente todo,

va a estar bien.

Y que el mundo cabe en la palma de mi mano

cuando les das un beso de despedida

a mis problemas. 


Al final, creo que nunca necesité ni pedí mucho.

Al final sólo quería a alguien que estuviera conmigo en las culeras y supiera hacerme reír.

Al final sólo me hacías falta tú. 

 



Comentarios

Entradas populares