el eterno corazón roto

el eterno corazón roto hace mucho que me abandonó.

no lo noté, solo sentí la cicatriz cuando me pregunté si aún seguía roto.

hay un par de suturas, pequeñitas, creí que la herida era más grande, pero no.

el eterno corazón roto hace mucho que se marchó.

y cuando paso la yema de mis dedos por encima

sólo hay un recuerdo de lo que alguna vez

funcionaba a pesar de estar partido en dos.

y es extraño,

no sentirlo roto, ni sentirlo triste,

hace mucho que el eterno corazón roto se largó,

y nunca noté su partida,

sólo un día desapareció.

puede ser que hayan sido los besos de mis papás

los abrazos de mis amigas,

la risa de mis niños y niñas,

las tardes con Cletus, la bicicleta,

las noches con las hojas opalina y las crayolas,

puede ser el llanto en el taxi al salir de terapia

y ver las vaquitas comiendo pasto bajo un arco iris,

puede que haya sido un viaje a la playa

viendo las montañas bañarse por el sol,

puede que hayan sido las duchas largas,

o que haya sido el comer arroz con mi hermana,

puede que haya sido el subir 6 kilos,

o el cabello más largo y bonito;

puede que haya sido una borrachera con mis amigos,

o puede que haya sido resumir mi existencia en una llamada,

puede que hayan sido mis pies enterrados en la arena,

o las tres mil veces que sonó Drake de Still Woozy en mis oídos,

puede que haya sido un vaso en la mesa de noche,

o el camino de hormigas desde la ventana,

puede que me haya reído de más,

pueden ser los besitos de Licha en mis pies,

o las veces que recordé que alguna vez Bubba existió,

puede ser el llanto reprimido mientras Imad cantaba:

Pronto vas a estar mejor.

Puede ser que de pronto hayan aparecido

dos abanicos de pestañas

cerquita de mi nariz

que me prometió amarme y así lo ha cumplido,

o pueden ser las noches en nuestra cama,

mientras el aún no duerme y yo sostengo su mano,

puede ser que de pronto la vida es más amable conmigo,

o yo lo soy, conmigo misma.

puede que decirle adiós a las existencias de otros seres

nos cure de pronto,

y ocuparnos de lo que importa, importa

y es lo que hace que se cure, de pronto y sin notarlo, el eterno corazón roto.


y es que mi eterno corazón roto se ha ido,

y no lo he extrañado, ni un poquito,

y queda la esperanza, que si un día se rompe, otra vez,

tengo la receta de la cura que nunca falla:

un amor bonito que no abandona,

y que ama mucho, porque así le aman. 

y la ventaja de saber que por más eterno que sea mi corazón,

jamás, nunca, tan roto

como antes 

lo estaba. 

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