la otra
le perdí el sabor a la vida;
a las caminatas,
a dibujar, a escribir, a las pláticas,
a los edificios altos,
sus ventanas
y las cortinas bailarinas.
le perdí el sabor a los libros,
a las series, a un par de canciones,
a los suéteres muy grandes y sueltos,
a las uñas coloridas,
al cabello corto.
le perdí el sabor a enseñar,
a levantarme temprano,
a los marcadores nuevos,
a la cara de emoción.
no sé quien se viste con mi piel,
porque esta no soy yo.
o quizás si lo soy,
y aún no acepto que dejé de ser
lo que más me gustaba ser.
esta nueva yo,
se aburre rápido,
y besa con prisa.
la nueva yo,
escoge lo que sea del armario,
ya aprendió a combinar verde y rojo;
le dio igual viajar, le dio igual no terminar libros,
le da igual ver la lapicera llena de marcadores nuevos
y no pintar.
la nueva yo ya no dibuja,
nada me había roto tanto el corazón.
se encerró en un cuarto con llave
y se la tragó.
dice que la única que puede sacarse de ahí
es ella misma.
el problema es que no creo que quiera salir,
porque es más fácil.
más fácil no abrazar,
más fácil dormir,
más fácil la rutina,
más fácil el café frío,
más fácil la alarma de la medicina,
más fácil llegar tarde a todos lados,
más fácil no estar,
más fácil escuchar en lugar de opinar,
más fácil no usar la ropa
y no lavar.
más fácil un bote con agua
que lavar 10 vasos.
más fácil no soñarlo,
y así no desesperarse por no tenerlo.
no me gusta la nueva yo.
me da miedo.
no se parece a mí, porque yo no era feliz
hasta qué el dibujo nuevo.
a la nueva yo sólo le gusta garabatear peces,
porque nada.
y le gusta la sopa,
porque no mastica.
le gusta dormir todo el tiempo,
ya no me hace subir a los techos,
ya no me lleva a caminar,
le gustan los sillones, las sillas, cualquier lugar
donde hacerse bolita y pasar desapercibida.
yo era un sol,
y últimamente sólo soy una nube borrosa al final del paisaje.
yo era mí,
ahora ni siquiera do.
yo era un oceano,
ahora ni un charco.
yo era tormenta,
hace mucho no sopla el viento.
yo nadaba,
ella se ahoga.
no sé quien se viste con mi piel,
porque esta no soy yo.
no había extrañado tanto,
como me extraño a mí, siendo feliz.
ella es estrés, sobresaltos por la noche,
enojo y miradas vacías,
manos frías, cabello peinado,
desorden, hartazgo, enfermedad.
yo era amor.
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